El legado de Giorgio Morandi (1890-1964), considerado por muchos como el gran pintor iltaliano del siglo XX, ha aterrizado en el Museo Guggenheim de Bilbao.
Giorgio Morandi. Óleo sobre lienzo 'Naturaleza muerta' Morandi.
Padre de naturalezas muertas, Morandi supo como nadie crear bodegones que eran como susurros pintados en el lienzo. Ahora el célebre museo vasco le rinde un justo homenaje.
Bajo el título Una mirada atrás: Giorgio Morandi y los maestros antiguos, la muestra pretende mostrar la admiración que el artista italiano profesaba hacia algunos creadores del Siglo de Oro español, y, a al mismo tiempo, el redescubrimiento de los principales maestros de su Italia natal.
Naturaleza Muerta, 1943. Giorgio Morandi
Como joven italiano de principios del siglo XX sintió una unión con los futuristas, pero el suyo era un arte menos temperamental. Giorgio Morandi prefería la quietud que el movimiento, el silencio a los ruidos de un motor. Por ello cuando conoció a Giorgio de Chirico, padre del movimiento metafísico, su obra comenzó a influenciarse por la de éste.
Francisco de Zurbarán. La Virgen con el Niño Jesús y San Juan Bautista niño, 1662
Jean-Siméon Chardin. El castillo de naipes (Le Château de cartes), s.f
Se hizo miembro de la escuela metafísica, con su luz onírica, sus lugares silenciosos y desiertos, sus volúmenes sólidos bañados por la luz. Pero poco a poco su estilo fue definiéndose e introdujo en su iconografía utensilios de la vida diaria que pasarían a formar parte de la práctica totalidad de su carrera: vasos, botellas, jarrones… Estos objetos cotidianos estaban a menudo sobre una mesa y se convertían en los únicos protagonistas de sus cuadros.
Era como un Cézanne bajo el filtro metafísico. O como dice el gran Antonio Muñoz Molina: "Uno descubre en el pintor la audacia del que es extemporáneo porque su arte brota de quién él es y no de lo que imponen otros"
Giorgio Morandi .Flores (Fiori), 1950. Óleo sobre lienzo
Inspirados en los objetos más cotidianos, los bodegones de Morandi, extraordinariamente personales en cuanto a la composición, cromatismo y luz, llevan al extremo el “afán de pureza, concentración y esencialismo del artista”, según el museo bilbaíno
Giorgio Morandi y los maestros antiguos, en Museo Guggenheim de Bilabao
Del 12 de abril al 06 de octubre