Cada vez somos más los que entendemos que hay que seguir dando ciertos pasos para luchar contra ese lastre que supone continuar teniendo ciertas ideas rancias y machistas arraigadas tras siglos formando parte de nuestra sociedad, formando parte de nuestros subconscientes.
Y es que la falta de paridad de género es todavía un terreno que debe ser explorado y que se da en contextos tan absolutamente dispares como el laboral o el mundo del erotismo.
Dejando a parte la añeja doble moral que todavía existe en todo lo que concierne al sexo, es curioso que durante mucho tiempo se seguía pensando en el erotismo, la inmensa mayoría de las veces, como un derecho que era exclusivo de hombres heterosexuales.
Es realmente lamentable que algo tan primario, natural y humano como es el amor y el deseo, se haya materializado durante años como un producto para satisfacer las fantasías de solo unos cuantos.
Suponemos que Bruce Weber (1946) siempre ha tenido algo que decir al respecto y por eso es mundialmente famoso, por haber hecho que el erotismo sea un producto que también puedan disfrutar las mujeres (y otros hombres).
Weber fue casi un pionero en introducir el cuerpo masculino en la publicidad contemporánea, en los mismos términos de objeto de deseo y consumo con los que el público estaba acostumbrado a ver el cuerpo femenino.
Director de cine y fotógrafo estadounidense, saltó a la fama por sus campañas publicitarias para marcas como Calvin Klein y Ralph Lauren y por capturar con su cámara a miles de celebridades y a los modelos más cotizados del mundo.
Creando un estilo propio ha elevando el cuerpo masculino a la categoría de obra de arte.
"Uno intenta entenderlo todo: el tira y afloja entre la muerte, la vida y el deseo; y al final, la luz que revela los negativos es la única verdad duradera que conozco"
Bruce Weber
Sus fotografías raramente son en color, es un apasionado del blanco y negro y no suele usar cámaras digitales. Su afán por mantenerse fiel a la vieja escuela hace que su resultado artístico sea tan elegante y atemporal.
Algunas de sus fotos más memorables fueron las de atletas en ropa interior blanca apoyados en paredes blancas también, todo un referente del erotismo contemporáneo. Esperamos fervientemente que se sigan tirando muros en el mundo de la erótica, que se intente complacer los deseos de todos esa pluralidad existente que también tiene derecho a soñar y a fantasear.
Gracias Weber por haber equilibrado la balanza de nuestra carnalidad y nuestras debilidades más terrenales.