El hombre que empleó 40 años en convertir una isla desierta en un bosque
Hay historias que parecen increíbles por mágicas y hay hombres que parecen dioses por sus actos y sus voluntades inquebrantables; seres de luz que han nacido para dar lecciones vitales que todos deberíamos aprender, que todos deberíamos emprender.
Jadav Payeng plantando un árbol (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
Ésta es la extraordinaria historia de Jadav Payeng de Assam, India, un hombre que con 16 años tuvo una revelación que unió su destino a una grandiosa labor; el día que vió como varias serpientes estaban muertas a lo largo de las orillas arenosas de la isla de Majuli, entendió que las criaturas murieron debido a la falta de sombra de la isla.
Rápidamente se alertó ante la llamada de la naturaleza y entendió esa terrible visión; Payeng declara, "Cuando lo vi, pensé que probabelmente los humanos tendríamos que morir de esta manera a causa del calor. Me llamó la atención".
Jadav Payeng en su bosque (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
Se comprometió a plantar un árbol joven en el suelo arenoso todos los días; una rutina que de manera, casi milagorsa, ha culminado en el bosque de Molai de 550 hectáreas.
Plantando todo tipo de árboles, la isla ha florecido y se ha reconvertido en un jardín del Eden que se ha convertido en el hogar de elefantes, rinocerontes, ciervos, jabalíes, buitres, reptiles e incluso tigres de Bengala.
Jadav Payeng en su bosque (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
No sólo ha salvado y ha creado vida silvestre, si no que ha repuesto un ecosistema colorido, y ha ayudado a preservar el paisaje de la isla; la tierra, ahora, está anclada por los árboles, protegiendo la arena de las duras aguas del río.
Jadav Payeng en su bosque (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
La increíble labor de Payeng por mantener equilibrado y sano el ecosistema no es sólo mérito de él, ya que, como humildemente dice, "No es como si lo hiciera solo. Plantas uno o dos árboles, y tienen que sembrar, y una vez que siembran, el viento sabe cómo plantarlos, los pájaros aquí saben cómo sembrarlos, las vacas saben, los elefantes saben, incluso el río Brahmaputra lo sabe. Todo el ecosistema lo sabe".
La naturaleza es sabia, y, por tanto, ha sabido dar respuesta a un acto tan lleno de grandeza como el de Payeng.
Jadav Payeng en su bosque (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
Estamos totalmente impresionados y enamorados de esta historia, y del hecho de ver como con un pequeño acto diario, puede construirse un mundo ideal, un mundo que ojalá contará con más gente como "El hombre de la selva".
Jadav Payeng en su bosque (Foto: bijitdutta.com a través de Shutterstock)
Por Luiki Alonso
