Existen universos enteros en nuestros dormitorios; durante mucho tiempo nuestros cuartos de niños, adolescentes y adultos tempranos fueron nuestros santuarios y nuestros refugios más discretos y fieles.
¿Qué podían decir nuestros dormitorios de nosotros y nosotras? La decoración, la iluminación, los posters que revestían las paredes, los cuadros que las adornaban, los cojines de la cama, los discos que teníamos en las estanterías...todo hablaba de quiénes éramos.
Del mismo modo que nuestras habitaciones hablaban de nuestras personalidades, ¿qué puede decir el dormitorio de un gato de esta fiel mascota? Más bien, ¿qué puede decir de su humano?
El amor por los felinos es algo que mucha gente lleva hasta límites absurdos y, en ocasiones, hasta ridículos pero no deja de ser curioso o divertido ver a los adorables gatetes aguantar estoicamente las extravagnacias de algunos seres humanos.
Recientemente,el usuario de Twitter Bryan Davies compartió la estancia que ha construido, acondicionado y decorado, en un rincón de su casa, para su gata Kitty.
La habitación felina tiene una cama completa con una colcha que combina con la de sus humanos; tiene fotos en las paredes, una alfombra, una silla en miniatura, algunas bolitas de hilo y un mini poste para rascar; incluso tiene un marco de pared de madera que sostiene una tablet para que el gato pueda ver videos de aves en YouTube.
Davies admite que no estaba seguro de si su gato realmente usaría la pequeña habitación que construyó. Pero rápidamente se convirtió en el lugar preferido de Kitty.
"Pasa mucho tiempo allí, pidiendo ver su programa antes de tomar una siesta. Se enfoca en la pantalla como un adolescente normal y luego duerme. Realmente lo disfruta tanto como un niño que tiene su propia habitación", explica Davies.
No podemos evitar imaginarnos a Kitty en situaciones de teenager; por ejemplo, encerrada en su cuarto y quedando por Face Time con sus colegas gatunos para salir por la noche o pasando una tarde de sábado viendo series. Las reflexiones y las conclusiones profundas os las dejamos a vosotros.