Se nos han olvidado ya las vacaciones, nos empezamos a acostumbrar a vivir sin el mar y la montaña cerca, pero no nos olvidemos que aún queda verano y planes interesantes que nos ayuden a alargar la tregua estival.
Los expertos recomiendan dedicar nuestro tiempo libre a hacer actividades y planes que nos hagan sentirnos bien, a dejar atrás la fórmula casa-trabajo-trabajo-casa y disfrutar también de los días de diario.
Así nos lo hemos propuesto el equipo de Cultura Inquieta, que este año como fin de fiesta de un verano de festivales nos hemos ido de la mano de Coca-Cola Mix al DCODE para poner el broche de oro a la temporada.
La jornada del 7 de septiembre se convirtió en una fiesta universal en la que, al igual que en las añoradas vacaciones, nos despreocupamos del reloj; cuando disfrutamos, nadie pregunta qué hora es. A las dos del mediodía La Casa Azul nos hizo olvidarnos de si era de noche o de día y lo mismo pasaba 8 horas después con Two Door Cinema Club. Entre ambas bandas, transcurrió una tarde llena de matices, de cambios de luz, de música y de emociones.
La magia de la mezcla de las diferentes personas, con sus diferentes vidas y los diferentes estilos musicales a lo largo de los diversos momentos del día en un mismo espacio nos cargó de energía, por lo menos para unas semanas. Bien lo sabe Coca-Cola Mix que, además de celebrar este fin de semana Coca-Cola Music Experience, reinventa la forma de mezclar y dar luz a los alcoholes oscuros a través de sus cuatro nuevos mixers, creados por expertos mixólogos.
Redescubrir las tardes y coleccionar atardeceres para echar mano de ellos cuando lleguen los días cortos, cuando las cosas se nos hagan cuesta arriba, esa será nuestra medida de supervivencia en este mes de transicción. La fórmula no es complicada, basta con buena música, un poco de creatividad, un espacio agradable y Coca-Cola Signature Mixers para darnos cuenta de que el verano es una estación mental. ¡Brindemos, que hoy es siempre todavía!