El grupo Khruangbin nos inyecta una dosis de buen rollo mostrando a una mujer que descubre el poder combinado de la imaginación, el baile y el funk.
Un buen día, sales a sacar la basura y te encuentras con un hula-hoop en el suelo. De repente, empieza a sonar un ritmo funk al que tus caderas no pueden resistirse y comienzas a bailar llena de felicidad, sin importar lo que los demás piensen de ti.
Eso es lo que le ocurre a Evan, la protagonista del videoclip Evan Finds The Third Room, del grupo norteamericano Khruangbin.
La magia de este vídeo reside en que nadie más que ella puede ver el hula-hoop, por lo que mantiene una actitud despreocupada ante la gente que la mira pasar mientras se mueve al son de una melodía que solo ella escucha y siente.
Los movimientos de la mujer son adorables y rebosan alegría mientras mueve las caderas, el cuello y la muñeca al ritmo del aro que, supuestamente, gira alrededor de sus articulaciones.
Khruangbin lanza un alegato en favor de tomarse la vida con humor, mostrando el poder de la imaginación y dejando claro un mensaje: bailar como si nadie te estuviera mirando es una de las actividades más enriquecedoras para llenar el espíritu de vitalidad.
En los cuatro minutos de vídeo, Evan se da una vuelta por su barrio sin parar de mover el aro, juega con lanzarlo en varias ocasiones para, al final, lanzarlo al aire y dejarlo colgado en un poste de electricidad.
El hula-hoop queda así a la espera de un nuevo bailarín que quiera sentir la misma libertad que la protagonista, como si este objeto tuviera el poder de cambiar la actitud ante la vida de quien juega con él.
Evan Finds The Third Room, el título de la canción, hace referencia a la teoría de “el tercer espacio”, elaborada por filósofos como Edward Soja y Homi Bhabha. Esta define el tercer espacio como un compartimento mental en el que habitan las confluencias de las culturas de una ciudad que no es la natal.
Con el tercer espacio se define la esencia de lo urbano, la posibilidad de que los individuos puedan encontrarse con una versión distinta de sí mismos, más familiar y menos extraña.
Algo que le ocurre a Evan cuando se encuentra con su verdadero yo gracias al poder de la música, el funk, el baile y, cómo no, la imaginación.