El lenguaje no hablado es eso que nos lleva a expresar con cada parte de nuestro cuerpo sentimientos que no podrían ser expresados de otra manera, esos que son mucho más emocionantes y poderosos cuando se expresan desde la unidad.
De riguroso blanco, el coreógrafo Sadeck Waff se ubica en primer plano dispuesto a orquestar a un ejército de guerreros ataviados de negro y armados con el poder del movimiento, que de forma milimetrada y sincronizada, le dan a sus brazos.
En el contexto de la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y sirviendo de puente a los que serán los Juegos Olímpicos de París 2024, 128 bailarines sentados en sillas de ruedas se bastan del tren superior de sus cuerpos para firmar una coreografía impresionante.
A la belleza de las figuras que realizan con sus brazos, se le suma una pieza épica y emocionante firmada por el prestigioso músico y cantante Woodkid.
El artífice de esta maravilla visual es el mismo Sadeck Waff, un coreógrafo de Niza especializado en crear piezas usando solo los brazos y las manos que dibujan figuras geométricas y que son ejecutadas con la precisión de una máquina.
La impresionante coreografía de Sadeck Waff.
Sadeck no para de crear y de sorprender al mundo mientras le inculca su amor por la danza y por el movimiento como vehículo de expresión a su hija de 9 años.
Lo que queda patente con el trabajo de este prodigioso bailarín, es que la unión hace la fuerza y ahora, también, hace la belleza.
Sadeck y Neylia en una actuación en la versión francesa de Got Talent.
Sadeck Waff: Instagram