Jean-Michel Basquiat tuvo una carrera profesional que duró sólo nueve años, pero en ese corto período de tiempo logró convertirse en uno de los pintores más significativos del siglo XX y en un icono cultural que perdurará por siempre.
Basquiat era un hatajo de contradicciones: hacía arte de la calle, pero su obra aparecía en galerías de todo Estados Unidos y Europa. Fue uno de los primeros artistas negros en ser aclamado internacionalmente, pero no tenía ninguna formación ni métodos tradicionales.
El pintor personificaba la frescura con su aura segura y despreocupada, su excéntrico vestuario y, por supuesto, su pelo. El pelo de Basquiat pasó por muchas etapas diferentes a lo largo de su carrera profesional, pero aparte del tiempo que pasó como SAMO, todos sus peinados siguen más o menos la misma silueta: la singular “rasta” que, de alguna manera, parece estar suspendida en el aire.
El discípulo de Andy Warhol pintaba descalzo vistiendo sofisticados trajes de Armani tal y como se le recuerda en la portada de la revista The New York Times Magazine. Pero en la elección de sus peinados le gustaba transgredir, jugaba con sus rizos para reivindicar la belleza del pelo afro.
A día de hoy, su estética capilar sigue siendo una fuente de inspiración para muchos. El músico Abel Tesfaye conocido por su nombre artístico de The Weeknd confesó en una entrevista que creó su característico peinado imitando el look que lucía Basquiat en 1980.
h/t: Vintage Everyday