Viendo como la naturaleza y sus mágicas criaturas nos enternecen en innumerables ocasiones, jamás entenderemos cómo el hombre puede ser capaz de cometer ciertos atentados y ciertas atrocidades contra el planeta.
Un fotógrafo japonés, que se esconde tras el seudónimo mamekoro51, tiene uno de los hobbies más agradables y más adorables que uno pueda imaginar, tomar fotos de animales bebés de varias especies.
En una visita reciente que hizo al Parque Cultural Natural Inokashira en la ciudad de Musashino (Tokio), este amante de los animales se encontró con una adorable familia de suricatas con cachorros recién nacidos, pero hubo uno que le llamó especialmente la atención por su tímida manera de comportarse ante la cámara.
El observador bebé suricata se agazapó tras una pared y observó cauteloso al fotógrafo hasta que, pasado el miedo incial, decidió salir y posar ante su lente dando como resultado esta simpática y entrañable galería de imágenes.
En algunas de las capturas que tomó el avispado fotógrafo, también aparecen miembros de la familia del bebé suricata; los grupos de suricatas se conocen con términos como "pandilla" o "clan".
Un clan, a menudo, contiene alrededor de 20 miembros, pero algunas superfamilias constan de 50 o más suricatas; en cautiverio, los suricatas tienen una vida media de 12 a 14 años, y aproximadamente la mitad en la naturaleza.
Al igual que muchas especies, los jóvenes suricatas aprenden observando e imitando el comportamiento de los adultos, aunque los adultos también participan activamente en la instrucción.
El fotógrafo dice aprender mucho del comportamiento de los animales cuando los fotografía por eso visita a menudo el Inokashira Park Zoo de Tokio en el que se exhibe una variedad de especies japonesas y se contribuye a la conservación y cría de ardillas japonesas, patos mandarines y cisnes.
Aunque siempre preferimos que los animales vivan en libertad, ver estas fotos nos recuerda lo magnífica, mágica y sabia que es la madre naturaleza.
mamekoro51: Twitter