La sensación de internet Essena O’Neill, de 18 años, ganaba miles de dólares siendo modelo en Instagram, en donde tenéia cerca de un millón de seguidores, así como en You Tube. Pero eso cambió de la noche a la mañana por hartazgo y depresión por su parte. La ilusión de la fama..
Esta australiana borró todas sus publicaciones, más de 2000 fotos de su cuenta, y cambió el nombre a Social Media Is Not Real Life. Desde entonces (octubre de 2015) ha reescrito muchas de las fotos que quedaban para mostrar la “verdad” tras ellas, y ha abierto una página web, “Let’s Be Game Changers”.
“Sin darme cuenta, he pasado la mayor parte de mi adolescencia siendo adicta a las redes sociales, a la aprobación social, al estatus social y a mi apariencia física,” escribió O’Neill en su publicación de Instagram en octubre 2015.
“Las redes sociales, especialmente del modo en que las he usado yo, no son reales. Es un sistema basado en la aprobación social, los me gusta, la validación con visitas, el éxito con los seguidores. Está perfectamente orquestrado, un juicio ensimismado.”
"Aquí tenía acné, llevo mucho maquillaje. Sonreía porque pensaba que tenía buen aspecto. La felicidad basada en la estética puede asfixiar todo tu potencial."
"NO ES LA VIDA REAL: Hice más de 100 fotos en una pose similar intentando que mi estómago apareciera bien. Apenas comí ese día. Le grité a mi hermana pequeña que siguiera haciendo fotos hasta que me quedé contenta con esta imagen. Sí, unas #metas maravillosas.."
"NO ES LA VIDA REAL: No pagué por el vestido, hice incontables fotos intentando estar estupenda y sexy en Instagram, ir tan elegante me hizo sentir increíblemente sola."
"Lo único que me hizo sentir bien ese día fue esta foto. Qué deprimente. Tener un cuerpo en forma no es todo de lo que somos capaces los seres humanos."
"Me pagaron 400 dólares por publicar un vestido. Eso fue cuando tenía unos 150.000 seguidores. Con medio millón de seguidores, sé de muchas marcas online (con mucho presupuesto) que pagan hasta 2.000 dólares por publicación. No hay nada malo en hacer un trato con una marca, pero creo que es algo que se debe saber. (...)"
"NO ES LA VIDA REAL: pagaron mucho dinero para promocionar los vaqueros y el top. Más información sobre cómo los usuarios de instagram ganan mucho dinero en Let's Be Game Changers."
"Y otra foto hecha solamente para promocionar mi cuerpo de [entonces] 16 años. Esta era toda mi identidad. Era muy limitador. Me hacía sentir increíblemente insegura. No os hacéis una idea."
"MENSAJE REAL EDITADO: Me pagaron por esta foto. Si vas mirando a “las chicas de instagram” y deseando que tu vida fuera así… Date cuenta de que solo ves lo que ellas quieren. (...) No hay razón para forzar una sonrisa, ponerse ropa diminuta y que te paguen por parecer bonita. Somos una generación a la que se nos ha dicho que consumamos y consumamos, sin pensar de dónde viene y a dónde va todo."
El pasado martes [octubre, 2015], O’Neill borró 2000 fotos y cambió su título de Instagram a “Las redes sociales no son la vida real.”
Let’s Be Game Changers: Website