Investigadores de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Italia y Austria lo comparan con la práctica de ejercicio físico.
Publicado en la revista "Journal of Sexual Medicine", un artículo da información sobre el comportamiento sexual de 15.269 personas de edades entre los 20 y 59 años que fueron entrevistadas para la elaboración de este estudio.
"Investigaciones anteriores han sugerido que tener relaciones sexuales es bueno para la salud, la calidad de vida y el bienestar general. Sin embargo, no se había estudiado si existía una relación entre la actividad sexual y la mortalidad", explica el doctor François Peinado, cirujano urólogo especialista en próstata y medicina sexual, sobre el estudio.
Realizado en Estados Unidos, los especialistas analizaron la información sexual y recopilada entre 2005 y 2016 de los seleccionados utilizando los datos del Examen Nacional de Salud y Nutrición (NHANES).
Para la comparativa, los científicos analizaron los datos de los archivos de mortalidad sobre las muertes ocurridas en ese período de tiempo, incluyendo a 7.765 hombres y 7.504 mujeres con una edad promedio de 39 años en la muestra.
"Aproximadamente el 7% dijo que había tenido una relación sexual o ninguna; y, para el 14 %, la actividad sexual había tenido lugar 104 o más veces durante el año anterior", afirma el doctor Peinado. La frecuencia sexual había sido similar entre hombres y mujeres.
Durante la media de seguimiento de 5,7 años, 228 personas habían muerto. De las cuales el cáncer fue culpable de 69 de esas muertes y 29 por causa de enfermedades cardiovasculares. Realizando un análisis detallado, los investigadores asociaron el sexo frecuente con una menor mortalidad de una manera dosis-respuesta.
"La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y tumores habían sido más bajas para quienes habían tenido 52 relaciones sexuales (como mínimo) al año si se comparaban con la de las personas que habían tenido una o ninguna", apunta el urólogo.
Peinado coincide con los autores de la investigación en que podría haber varias explicaciones con las que justificar una mejor salud como consecuencia de practicar sexo. Como ya señalábamos, la actividad sexual es una actividad física que bien podría equiparse a la práctica de ejercicio.
Pero, además, la liberación de endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad, podría contribuir a esta mayor longevidad.
"Es posible que los primeros síntomas de algunas enfermedades estén relacionados con una disminución de la actividad sexual antes del diagnóstico de la afección", añaden los investigadores. ¿Necesitamos algún motivo de peso más?
h/t: Eitb