Como si estuviera de farra por el campo con los amigos, el panda agarra el palo de selfie, busca el mejor ángulo y dispara la fotografía poniendo poses que parecen estudiadas. Resulta muy gracioso, pero ¿es correcto?
Hacerse una fotografía con un panda como si fuera un colega de toda la vida, no es el argumento de un chiste, es un servicio real que ofrece la Base Panda Dujiangyan en la ciudad de Chengdu, China. De hecho, la organización se siente orgullosa de mostrar estas seis fotografías que una turista tuvo la oportunidad de hacerse durante una visita al centro.
Desde que se publicaran estas fotografías hace unos días, se han oído muchas voces hablando sobre el tema. En general, la mayoría de usuarios de Internet ven esta noticia como si fuera una divertida atracción de feria o un acto adorable del animal, pero otros se levantan en armas y critican duramente el servicio que ofrece este espacio zoológico.
La Base Panda Dujiangyan se enorgullece, como otras plataformas dedicadas a lo mismo, de arrendar pandas a zoológicos de todo el mundo y de abrir sus puertas a los visitantes que paguen la entrada para poder interactuar directamente con los animales. Aseguran que además participan de una iniciativa de reinserción para devolver a algunos pandas a su medio natural. Sin embargo, hay quien dice que esto no es cierto y que la cría de pandas en China es una industria que no es del todo fiel a su cometido original, la protección y puesta en libertad de estos animales.
"La base de Dujiangyan Panda debe usar su influencia para educar al público sobre los comportamientos naturales de los pandas, no ofreciendo una oportunidad para los selfies con un oso indefenso. Un selfie con un animal salvaje envía el mensaje de que el valor del animal está atado en su valor de entretenimiento."
(Kate Dylewsky. Asociada del programa en Born Free USA )
Por su parte, la base de investigación informó al publicar las imágenes que el panda pertenece a un programa de liberación que le dará la oportunidad de comenzar la vida salvaje para la que realmente nació. Sin embargo, los animales incluidos en este programa nunca tienen contacto con seres humanos y mucho menos, aprenden a hacer selfies a cambio de un par de billetes.
Fotos obtenidas de Shanghaiist
Por Adela M. Sevilla