La muerte es una constante en la vida, que azota diariamente lo cotidiano con su certeza. La muerte y la vida son parte de un mismo todo, una misma verdad. Ambas deben ser celebradas con esperanza porque a través de ellas se abre paso el incesable caminar de los tiempos, la eternidad.
Somos grandes admiradores de Ara Malikian, tanto por su carisma y virtuosismo con el violín como por su compromiso real para tratar de ayudar a construir un mundo mejor para todos.
El genial violinista libanés, ante las adversidades y terribles circunstancias que nos afectan estos días no pierde, ni por un instante, la fe en la vida. Ahora, más que nunca, quiere seguir llevando su música a todo el mundo, como bálsamo reconfortante que alimente la esperanza de la gente.
Es por ello que, a modo de ofrenda, el carismático músico ha sentido la necesidad de tocar un requiem por todos los fallecidos de Covid–19 en la tradicional festividad del 1 de noviembre en México, el pueblo que siempre ha celebrado la muerte como parte de la vida.
“Desde El Panteón de Arocutín Michoacán, México, hacia al resto del mundo".
El Día de Muertos siempre ha sido una de las tradiciones más bonitas y festejadas en México que ha trascendido las barreras geográficas, para llegar a otros países como un icono del país.
Desde tiempos prehispánicos la relación con la muerte ha sido cercana, y el 1 y 2 de noviembre los mexicanos lo celebran con altares, yendo a los panteones y hasta disfrazándonos de Catrina.
El concierto que ha ofrecido Ara Malikian ha sido gratuito y en abierto, a las 00:00 hora de México (07:00 AM hora de España peninsular) del 1 de noviembre para todo el mundo desde El Panteón Arocutín, en Erongaricuaro, Ribera del Lago de Pátzcuaro en Michoacán, México, con la colaboración de la Ancestral Cultura Purépecha, y del Gobierno del Estado de Michoacán.
El concierto se puede disfrutar en diferido también en el canal de Ara Malikian en YouTube.
Lo podemos disfrutar ya aquí:
Requiem, homensaje a los falleciodos por Covid19, por Ara Malikian
Sobre el concierto:
Ofrenda grabada en directo desde el corazón de Michoacán en la noche en la que el puente que une la vida y la muerte se hace presente en cada hogar, cada panteón y rincón de México.
Un recorrido sonoro de unos 15 minutos acompañando a los muertos entre el vivo color amarillo del Cempasúchil.
Dirigido por el prestigioso director mexicano Gabriel Beristáin.