Las deformaciones de la realidad que tanto nos atrapan en el mundo de los sueños consiguen trasladarnos a lugares de una belleza que tan solo podemos imaginar.
La artista estadounidense Janet Echelman interviene el espacio aéreo de las ciudades instalando en sus plazas macro esculturas flotantes que oscilan y se transforman bajo las órdenes del viento, la lluvia, o los reflejos del sol...
Si lo pensamos, la intimidad y el sexo son dos de las situaciones en las que nos mostramos más vulnerables, en las que sale nuestro animal interno e irracional que puede dar lugar al absurdo y al surrealismo más humorístico.
Nos encanta el estilo onírico y poético de la ilustradora canadiense Alexandra Levasseur quien sitúa a sus féminas en paisajes llenos de magia.
Al final, acabamos buscando en los mismos lugares comunes retazos de amor, de esperanza y de calor.
Atravesamos nubes, mares y montañas de la mano de Dovneon, un artista visual que nos abre la puerta de unviersos digitales imposibles.
Hay postales que nacen de los sueños más profundos en las que nos quedaríamos a vivir para siempre.
Nos acercamos al universo de Cristina Coral, una fotógrafa que dispara directa a la epidermis.
La luna como faro, el mar en calma, las nubes caprichosas que nos lanzan mensajes, flores, paisajes y noches estrelladas, son los protagonistas de las creaciones visuales de Revelli.
La obra del austríaco Stefan Zsaitsits lucha con la ilustración de las emociones pero también las provoca, la vitalidad de su línea confronta la ternura y el tormento de sus personajes.