Expandir los horizontes de la imaginación también puede pasar por reinventar nuestras viviendas y abandonar las cuatro paredes por un diseño algo más moderno.
Pensar en alternativas a los métodos tradicionales y apostar por la innovación es uno de los motores que impulsa la evolución de la arquitectura. Cuando esto ocurre, las estructuras resultantes nos dejan impactados porque desafían el orden establecido en nuestra mente.
Así son las futuristas casas cilíndricas de Guy Dessauges, un arquitecto suizo que, a mediados de los años 60, quiso materializar sus sueños más excéntricos.
Dessauges estaba obsesionado con la idea de diseñar edificios completamente circulares, inspirado por las antiguas formas semicirculares de las casa-cuevas y los arcos romanos.
Siempre con un ojo puesto en la innovación, apostó por el uso de nuevos materiales, estructuras y conexiones sociales que presentaban los últimos modelos de diseño.
Pasó la mayor parte de los años 60 recopilando dibujos y modelos a escala de estructuras como las de las casas cilíndricas, alegres, con un toque divertido. El resultado fue una torre con forma de tubo en la que se incluían viviendas… que nunca llegaron a hacerse realidad.
Los sueños futuristas de Dessauges no pasaron de una maqueta a escala donde pudo jugar todo lo que quiso a ser ese arquitecto moderno y rompedor. Es ilusionante pensar en cómo sería vivir en una de sus creaciones.
