Hay un campo en el que se ha dado más veces eso de que mentes visionarias hayan desarrollado diseños que se adelantaban a su tiempo, que no parecían propios de los tiempos que les tocaba vivir. El campo del motor.
La arquitectura se acerca cada vez más al mundo que imaginaban las mejores historias de ciencia-ficción.
Expandir los horizontes de la imaginación también puede pasar por reinventar nuestras viviendas y abandonar las cuatro paredes por un diseño algo más moderno.
Diseñado por Connery Xu, este prototipo de coche eléctrico bautizado como ‘La cazadora’ promete circular por cualquier tipo de camino.
Con su “vivienda para el ‘homo movens’”, el arquitecto Kisho Kurokawa diseñó una metáfora de nuestra propia vida siguiendo los prefectos del movimiento metabolista. 50 años después, está en pleno proceso de demolición.
Uno de los mundos que más permite fantasear con diseños alucinantes, con líneas curiosas, con reinvenciones o con reinterpretaciones, es el mundo del motor y sus fabulosos vehículos.
Con 400 metros de longitud y un parque público en el centro, el edificio busca ensalzar el arte y la vegetación, características que comenzaban a perderse en una urbe de vertiginosa expansión.
En un momento en el que es más necesario que nunca diseñar vehículos de desplazamiento amables con el planeta, es genial poder contar con las mayores alternativas posibles.
Ahora nos resulta muy gracioso y curioso ver esas pelis de los 70 y de los 80 en los que se imaginaba el futuro de estos años que estamos viviendo y que incluso ya hemos vivido.
Palais Bulles es una casa escultórica construida frente a la bahía de Cannes entre 1975 y 1989. Aunque fue diseñada por el arquitecto húngaro Antti Lovag para Pierre Bernard, un industrial francés, es más conocida por su segundo dueño: el diseñador de moda Pierre Cardin.