Cuando entramos a una catedral o a una iglesia podemos sentir que nos impregnamos de una atmósfera de paz que flota en el aire que llena los espacios que dejan los altos techos y las cúpulas.
Si nos paramos a pensar, esa sensación puede producirse por el olor a incienso y el silencio pero, sobre todo, por la ténue luz que dejan entrar los ventanales y las vidrieras que iluminan las zonas altas de estas arquitecturas colosales convirtiéndolas en espacios oníricos.
Si cambiamos los olores y dejamos que el silencio se inunde de ruido, nuestra percepción puede mantenerse inmutable pero si cambiamos la luz, os aseguramos que cambia todo.
Así lo demuestra el artista y fotógrafo digital Aishy en su serie 'Red Lights: Vatican' en la que ha transformado la basílica de San Pedro del Vaticano en un extraño espacio iluminado que se parece más a un universo futurista de tintes cyberpunk que a una iglesia majestuosa.
La perspectiva alterada, que Aishy logró con Adobe Lightroom, proyecta tonos rojos y azules en la icónica arquitectura renacentista para revelar un entorno alternativo que se cierne entre el pasado y el futuro.
Las inscripciones imitan una pantalla digital, los adornos ornamentados aparecen retroiluminados y con un brillo artificial vibrante, casi fluorescente.
Además, los tonos saturados que cubren las lujosas ornamentaciones de mármol, los detalles dorados y las recargadas paredes, hacen de las capturas de Aishy viñetas de cómic que tienden más a ser apocalíticas que celestiales.
Aishy: Instagram