La capital se engalona con el trabajo de una decena de artistas urbanos, que transforman los edificios de la ciudad en un gran lienzo sobre el que se erigen pinturas que no dejan indiferente a nadie.
Por los adoquines de Tbilisi discurre la historia de una urbe que durante siglos ha estado bajo el mandato de diferentes culturas. Una riqueza patrimonial que se refleja en su arquitectura, donde las iglesias ortodoxas orientales conviven con estructuras modernistas de la era soviética y edificios tocados por la corriente art nouveau en sus ornamentaciones.
En la capital georgiana, las grandes construcciones se entremezclan con los bloques de edificios residenciales donde viven sus ciudadanos. Sus fachadas, grises o de color del ladrillo del que están construidos, se vuelven aburridos frente a la belleza de sus más importantes construcciones.
Para compensarlo y añadir un toque de color, crítica, belleza y cualquier otro tipo de sentimiento que el arte puede evocar, desde 2019 se organiza un concurso de murales en la ciudad: el Tbilisi Mural Fest.
Artistas urbanos como Collin van der Sluijs, Case Maclaim y Faith XLVII, entre otros, han transformado los edificios georgianos a lo largo de estos dos años. De hecho, las formas circulares que acompañan a los diseños de Faith XLVII son los más buscados en la presente edición.
Este 2021, un total de nueve artistas han participado en el Tbilisi Mural Fest con distintas temáticas. Los edificios de la capital georgiana ahora lucen obras de carácter mitológico, alguna más sobria en blanco y negro de MonkeyBird, otra consigue que las plantas trepen por su fachada...
Ya ha llegado el momento del año en el que el arte también se respira entre los bloques residenciales de Tbilisi, una ciudad que celebra el talento urbano con una cuidada selección de murales de los que todos sus ciudadanos pueden disfrutar.