Todo sería genial si tuviéramos el poder de dar luz, color y magia a aquello que nos parece gris en la vida; si además pudiéramos hacerlo a golpe de brochazo, spray, arte, creatividad e imaginación, estaríamos todo el día pintando un mundo mejor.
A eso lleva años dedicándose Okuda San Miguel, un particular artista urbano que, con su colorido y geométrico arte llena cualquier espacio o transforma cualquier entorno que se proponga (o le pronpongan) alrededor del mundo.
Ese artista de Santander se ha convertido en un referente, no solo a nivel nacional, sino a nivel internacional con trabajos en ciudades como Moscú, Nueva York, Asturias, Tokio, Londres o Boston.
En esta ocasión, ha viajado hasta Arkansas para presentar un nuevo e intrigante proyecto curado por la casa creativa Just Kids.
Como parte de un festival de arte que tiene como objetivo llevar el arte urbano y contemporáneo a este estado norteamericano, Okuda decidió invadir con sus brochazos una casa abandonada en un remoto barrio de Fort Smith y reconvertirla en una instalación de arte llena de vida.
La instalación artística presenta el estilo reconocible del artista, la figura de un león en la fachada, rayas verticales y horizontales, motivos psicodélicos y lo que parece ser un homenaje a la bandera norteamericana en el tejado.
Okuda declara, "Este proyecto me dio la posibilidad de ampliar mi trabajo anterior, agregando más dimensión arquitectónica y, completando mi visión de los animales mitológicos"
Dado que la instalación de arte se encuentra cerca del instituto Darby Junior High, Okuda espera que su creación intervenga en la vida cotidiana de la comunidad y de los estudiantes vecinos y que todos ellos puedan disfrutar de esta pieza observando cómo evoluciona y cambia a través de las diferentes estaciones del año.
Dentro de una casa así, solo pueden pasar cosas geniales.