Para los que alguna vez nos hemos preguntado cómo de seguro es enviar algo delicado por correo, esta es nuestra oportunidad para disipar dudas.
Se acerca el cumpleaños de tu suegra y llega el momento de elegir regalo. Al final, entre una cosa y otra, terminas comprando un precioso jarrón de cristal de Bohemia. Ahora llega la peor parte. Vives al otro lado del continente y la broma, que te ha costado un ojo de la cara, tiene que llegar a tiempo sana y salva, así que te haces la inevitable pregunta: ¿cómo lo envío?. En seguida recibes toda clase de recomendaciones de amigos y conocidos que se han encontrado en la misma situación. Todos, sin diferencia, te recomiendan FedEx. Es una empresa internacional, con un alto nivel de calidad y buena fama. Decides que es la mejor opción y comienzas a preparar el embalaje, pero no estás convencido. La seguridad del traslado te preocupa, no puedes evitar preguntarte durante todo el proceso si realmente el jarrón llegará a su destino tal y como salió de la tienda, intacto.
Si alguna vez has tenido esta duda, no dejes de ver la obra experimental del artista Walead Beshty.
A Beshty se le ocurrió hace años investigar como el significado de los objetos artísticos varía dependiendo del contexto en el que se mueven y de los traslados durante los viajes:
"Quería hacer una obra específicamente organizada alrededor de su tráfico, materializándose en su movimiento de un lugar a otro".
Para llevar a cabo su experimento, creó objetos laminados de vidrio con un tamaño concreto para que encajaran a la perfección en el interior de las cajas estándar de FedEx. Una vez embalado, enviaba el paquete al lugar donde se esperase su obra, ya fuera una galería, un museo o una feria de arte. Al llegar y desempacar, el autor exploraba las piezas y buscaba huellas que enriquecieran su sentido.
Descubrió que su proyecto cumplía con sus expectativas. Los objetos de vidrio llegaban siempre con alguna rotura que además, iban en aumento con forme la pieza viajaba de un lugar a otro, lo que para el artista era una buena noticia, ya que cada traslado implicaba una evolución en la construcción de sus obras. Sin embargo, para el espectador, el trabajo de Walead tiene un doble interés. Además de ser un interesante estudio de la acción creativa, también es una prueba irrefutable de que los objetos delicados sufren más de lo esperado durante los envíos, lo que en general no tranquiliza demasiado al usuario.
Esperemos que la razón de esas grietas se deba al tipo de embalaje que el artista eligió para someter a sus piezas y no a las medidas de transporte de la empresa de mensajería, sino todos imaginaremos que los paquetes de Beshty pasaron una temporada en la isla con Tom Hanks antes de llegar a su destino.
via Walead Beshty artsy | Artnet