Siempre quedamos totalmente hipnotizados con el poder visual que causan las miniaturas; nos encanta pensar en la satisfacción que deben producir la labor artesanal y las grandes dosis de paciencia invertidas en realizar algo a pequeña escala; ya en el S.XVI eran capaces de meter la grandeza de todo un arte, el gótico, en la palma de la mano.
Algunas de estas increíbles tallas de madera llenas de detalles, rincones, animales, símbolos o personajes, están elaboradas en el interior de objetos del tamaño de una nuez, y, curiosamente, cuanto más reducido es el tamaño del que disponen, más bello es el resultado.
Esta colección de miniaturas góticas se cree que fueron fabricadas por expertos entre 1500 y 1530 en los Países Bajos y en Flandes.
Cada una de estas únicas piezas, está fantásticamente tallada a partir de un sólo trozo de madera de boj, una madera que destaca por ser muy resistente y que lógicamente va a aguantar la fuerza del tallado sin resquebrajarse.
Las pequeñas piezas presentan iconografía sagrada y, algunas incluso, son objetos sagrados en sí mismas, desde rosarios hasta medallones o retablos.
Externamente, pueden aparecer simplemente como orbes de madera maciza o figuras decorativas como un cráneo pero, al abrirse, en su interior revelan relieves religiosos de una complejidad y un detallismo abrumador.
Las temáticas que se pueden observar son pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento en su mayoría, aunque también, hay cabida para historias que no recoge el libro sagrado como la Coronación de la Virgen que es una narración que surgió en la Edad Media; cada objeto es religiosamente significativo.
Esta serie forma parte de una exposición llamada "Small Wonders: Gothic Boxwood Miniatures", y puede verse en la Art Gallery of Ontario.
Organizado en colaboración con el "Metropolitan Museum of Art" de Nueva York y el recientemente renovado "Rijksmuseum" de Ámsterdam, la exhibición presenta más de 60 miniaturas de boj a cual más curiosa y alucinante.
Nunca subestiméis o infravaloréis acorde al tamaño; las carcasas pequeñas pueden esconder grandes mundos en su interior, y ésta, es una regla aplicable a cualquier tipo de ámbito.