Cuando contemplamos un simple trozo de cartón no podemos imaginarnos el ilimitado rango de posibilidades que nos ofrece, jamás podríamos pensar que este material tan básico podría dar forma a uno de los folclores más milenarios del planeta.
Como en la papiroflexia o el origami que tienen como materia prima el manejable y maleable papel, el artista Warren King va un paso más allá y crea sus detalladas piezas de inspiración china con cartón que moldea y adapta a las formas que quiere conseguir.
Warren encuentra gran parte de su inspiración al pasear por Chinatown en la ciudad de Nueva York, donde se encuentra con músicos callejeros, jugadores de ajedrez en Columbus Park, vendedores de verduras, vendedores de bolsos de imitación en Canal Street o bailarines durante las celebraciones del Año Nuevo chino.
“Durante mis paseos para hacer la compra me fascina la comunidad vibrante y diversa de allí, que es tan diferente de los suburbios relativamente homogéneos donde crecí”.
Estos transeúntes se convierten en la inspiración inicial para las esculturas figurativas de cartón del artista, que consideran su herencia china, la inmigración de sus padres y lo que significa tener una identidad diaspórica.
Acanaladas con ondulaciones sutiles y revestidas en tonos neutros oscuros, las obras varían en escala, aunque muchas son de tamaño natural y lo suficientemente grandes como para ocupar bancos y galerías públicas. Cada pieza es un homenaje tanto a quienes observa como a la riqueza de la comunidad china.
Warren King: Web