Londres tiene fama de ser una ciudad de tonos plomizos. Los cielos casi siempre están encapotados, la niebla es una compañera frecuente de su horizonte y la incesante lluvia suele encharcar el asfalto gris.
Sin embargo, cuando te paras a contemplar la ciudad te das cuenta de que un espectro multicolor salpica la ciudad gris, avivándola: el rojo cálido circula por las calles en los míticos autobuses de dos plantas, los coloridos murales de street art alegran los muros de Brick Lane, los tonos pastel decoran las fachadas de las casas de Notting Hill y el verde se extiende por sus parques y jardines.
Cuando el fotógrafo británico Josh Edgoose se trasladó a vivir a Londres hace 15 años pasó mucho tiempo buscando en vano el sentido comunitario de la ciudad. Cuanto más tiempo pasaba caminando por la capital londinense acompañado de su cámara y hablando con las personas que retrataba, más entendía el espíritu colectivo. El gris de los cielos le dejó entrever los colores primarios que relucían en las calles.
‘Brilliant Parade’, publicado por Setanta Books, es un libro fotográfico que abarca los cinco años de Edgoose observando y fotografiando los encuentros y estados de ánimo de la ciudad. Lugareños y turistas protagonizan las imágenes, escenas en constante cambio y fondos llenos de color.
“Creo que Londres tiene una paleta de colores única. Los colores primarios parecen estar en todas partes, también las yuxtaposiciones de lo antiguo y lo nuevo".
Trafalgar Square, Piccadilly Circus, el metro de Londres... Escenarios cautivadores y extravagantes que nos dan una idea clara del ritmo frenético de Londres, componiendo así un relato visual donde el humor, las emociones, los gestos, los colores llamativos y la casualidad se alinean.