Una tensa tranquilidad en un ambiente retrofuturista en blanco y rojo es el escenario con el que el australiano nos presenta su segunda serie de arte conceptual.
Durante su etapa en el instituto, Brad Walls jugaba al squash, un deporte que siempre le fascinó por el espacio donde se desarrolla: un lugar vacío donde las líneas marcadas delimitan y configuran un espacio alternativo dentro del propio campo.
Esas sensaciones son las que le han servido de inspiración para crear Vacant, su última serie fotográfica con la que nos presenta un futuro con aires retro y rompe esa claustrofobia para abrirnos a la simetría a la que nos tiene acostumbrados. Todo ello, además, con un dron implicado.
“Como artista, siempre están intentando llevar tu trabajo al siguiente nivel, encontrando las nuevas escenas, jugando con los límites. Un espacio de 20 metros cuadrados usando un dron era el siguiente desafío. Estaba destinado a fallar”.
Al crear Vacant, Walls buscaba una temática pura, retrofuturista y con una atmósfera casi clínica, apostando por el color blanco. Como contrapunto a esa limpieza casi enfermiza, quiso añadirle un toque rojo, inspirándose en el vestuario y las sensaciones que siempre le han llamado la atención de películas como Gattaca, Blade Runner y Beyond The Black Rainbow.
Para ello, decidió utilizar un dron dentro de la pista de squash que consiguiera esas imágenes desde ángulos imposibles, mostrando perspectivas que confunden al ojo humano.
En las imágenes resultantes de Vacant vemos a una serie de modelos negras con cola de caballo y ataviadas de un blanco puro, como si fuese su equipación para jugar al squash, aunque con unos tacones de infarto. Walls las distribuye a lo largo de la pista de squash creando una simetría que rompe con el espacio, contrastando con la madera del campo y las líneas de rojo intenso que lo delimitan.
“La dirección de movimiento está pensada para ser artificial y que rompa con la atmósfera del ambiente. Cuentan una historia, pero no quiero mostrarla sin más, me gusta la idea de seducir con mi trabajo”.
Duplicidad, simetría, espacios en blanco y una extraña pero agradable sensación de paz al ver que todo está en un orden demasiado artificial son los elementos de Vacant, una serie que nos invita a mirar con placer la geometría que juntos podemos crear en cualquier lugar, incluso uno donde la claustrofobia reina.