Es algo realmente curioso tener ese sentimiento que produce la nostalgia de lo no vivido, experimentar la melancolía que da recordar tiempos pasados que no fueron los nuestros.
Creemos que es algo que pasa gracias a la maravillosa empatía que nos hace ponernos en el lugar de los demás o, quizás, simplemente sea porque un escenario nos es familiar o una situación nos reulta cercana.
En estas preciosas fotografías de 1910 se dan todos esos factores porque, en ellas se capturan a una serie de personas con las que conectamos mientras se desenvuelven en un escenario tan reconocible como lo es Nueva York y en una situación tan cotidiana como las compras navideñas.
Y es que, la Navidad, nos guste más o menos, juega con nuestros recuerdos y nuestra memoria más vulnerable, escarba en la felicidad y la inocencia de esa etapa mágica que fue la infancia y apela a sentimientos que jamás volveremos a vivir tan intensamente.
Cercanos a esta época de felicidad impostada a base de luces en la calle y publicidad repleta de gente llena de buenos sentimientos, reconozcamos que Nueva York siempre ha sido un referente.
Todos podemos recurrir a imágenes como la pista de hielo de Central Park, el Año Nuevo en Times Square o los escaparates de Fifth Avenue.
No fue muy diferente en 1910, año en el que la mayoría de estas fotos fueron tomadas para la Agencia George Bain, una de las primeras agencias de noticias de Estados Unidos.
Las fotografías que Bain produjo y reunió para su distribución a través de su servicio de noticias, tenían cobertura mundial, pero eran especialmente populares entre los habitantes de la ciudad de Nueva York y, viéndolas, entendemos el porqué.
¿No os sentís vosotros como si hubierais paseado por esas calles, hubierais olido la comida de los puestos ambulantes o hubierais deseado un juguete de latón al otro lado del escaparate?