Antes de dejarnos demasiado pronto, un 14 de septiembre de 2009, el intérprete fue mundialmente conocido por los papeles protagonistas de dos películas que marcaron dos décadas: Dirty Dancing y Ghost.
En la famosa e icónica cinta romántica de 1987 que mezclaba amor y baile, Dirty Dancing, Patrick encandiló a espectadores de varias generaciones con unos movimientos que revelaban un pasado como bailarín de ballet.
La madre de Swayze, directora de la Houston Jazz Ballet Company, introdujo a su hijo a la danza a una edad temprana. Mientras todavía estaba en la escuela primaria, Swayze desarrolló un amor por el ballet que hizo que sus compañeros de clase a menudo se burlaran de él.
Durante la escuela secundaria, dejó de lado su carrera de baile para concentrarse en deportes como la gimnasia, la natación y el fútbol.
Después de graduarse, le ofrecieron becas tanto deportivas, como de danza. Swayze optó por el atletismo y se inscribió en el San Jacinto College en Houston, Texas, donde se centró en la gimnasia.
Dos años más tarde, dejó la escuela para salir de gira con el espectáculo sobre hielo Disney on Parade, como el Príncipe Azul de Blancanieves.
En 1972, Swayze viajó a Nueva York para seguir con su carrera de baile. Comenzó a entrenarse con las compañías Harkness y Joffrey Ballet, y pronto fue contratado como bailarín principal de la Eliot Feld Ballet Company. Sin embargo, su éxito se vio truncado cuando una antigua lesión de fútbol requirió que se sometiera a una cirugía de rodilla.
La operación, junto con la infección que siguió, hizo que Swayze abandonara la prestigiosa Feld Company. La formación de Swayze en ballet y danza influyó mucho en su carrera, especialmente en papeles que requerían gracia física y atletismo.
Su formación era evidente en sus actuaciones, particularmente en películas como Dirty Dancing, donde sus habilidades de baile estaban en plena exhibición. A pesar de que finalmente se centró en la actuación, su formación en ballet siguió siendo una parte fundamental de su identidad artística.
El actor demostró que puede existir un equilibrio perfecto entre cuerpo, mente y talento cuando de arte se trata o de desarrollar una carrera que te convierta en un icono inolvidable y eterno.
Te dejamos con esa escena de Dirty Dancing que Patrick protagonizó junto a Jennifer Grey y que seguro has visto mil veces.