Cuenta Richard Tuschman que sus Hopper Meditations son una respuesta fotográfica personal a la obra del genial pintor estadounidense Edward Hopper.
Tuschman siempre se ha sentido fascinado por la forma de pintar de Hopper. Con una gran economía de medios, sus pinturas son capaces de hacer frente a los misterios psicológicos y complejidades de la condición humana.
Colocando una o dos figuras en un espacio íntimo, humilde, Tuschman creó escenas tranquilas que son psicológicamente convincentes y con historias abiertas. Los estados emocionales de los personajes parecen oscilar, paradójicamente, entre la ensoñación y la alienación, o tal vez entre el anhelo y la resignación.
La iluminación dramática aumenta la carga emocional, pero cualquier interpretación final se deja al espectador. Estas son las cualidades que yo espero imbuir también en mis imágenes.
En otros sentidos, las fotografías de Tuschman divergen de las pinturas de Hopper. El estado de ánimo general en los trabajos del foógrafo es más sombrío, y la iluminación es menos dura que en los de Hopper. Tuschman trata de conseguir un efecto, tal vez más cercano a la iluminación de claroscuro de Rembrandt, otro pintor al que admira profundamente.
"Me gustaría que la iluminación actuara como casi otro personaje, no sólo iluminar la forma de las figuras, sino que también se haga eco y evoque su vida interior.", dice Tuschman.
Indica que le gusta pensar en sus imágenes como dramas para un pequeño escenario, con las figuras como actores representando uno o dos papeles. Los personajes, por su apariencia, están enraizados en el pasado, en algún lugar a mediados del siglo XX de Hopper. Para él, esto aumenta el ensueño de la representación de las escenas. Los temas que evocan, lsoledad, alienación, anhelo, son atemporales y universales".
Richard Tuschman: Website | Facebook | Instagram
En una línea similar, os recomendamos también este otro artículo:
UN HOMENAJE A EDWARD HOPPER POR CLARK & POUGNAUD