El retrato tiene la magia de romper las barreras que nos autoimponemos. Los fotógrafos aprovechan nuestra mirada, un minúsculo gesto, la luz, cualquier detalle para desarmarnos y adentrarse en nuestra intimidad.
Derribar los muros que nos alejan del otro, del desconocido, penetrar los rincones ocultos de nuestro interior y desnudarnos emocionalmente. Ese es el poder que tiene el retrato dentro de la fotografía, un tipo de imagen que se premia en el Australia’s National Photographic Portrait Prize 2022.
Este año, la fotografía ganadora nos obliga a mirar fijamente a un hombre Aurukun (comunidad indígena australiana), Eric Yunkaporta, ataviado con sus vestimentas ceremoniales. La imagen, del fotógrafo Wayne Quilliam’s, lleva por título Silent Strength (Fuerza silenciosa), la misma que tiene la mirada de Yunkaporta.
Os dejamos con algunas de las historias de las fotografías premiadas:
Durante el confinamiento de Melbourne, los más peques contaban con un rango de opciones limitadas para divertirse y aprender. La astronauta de 4 años Mia se coloca la escafandra y el traje espacial en su nueva nave, en plena aventura en el patio del hogar familiar. Gracias a su imaginación, logró hacer del mundo en un momento extraño una exploración fascinante. La fotografía es uno de los recuerdos de los paseos diarios. Los confinamientos han terminado, dejaremos atrás los disfraces, pero el tiempo que pasamos juntos e imaginando es un regalo especial que permanecerá.
Los artistas visuales Will y Garrett Huxlet exploran la magia en decadencia de los mundos sobrenaturales en los que ambos se expresan como outsiders, aislados, que existen en los márgenes de la sociedad, encontrando el amor en una utopía queer que florece.
Stella Fernando posa en la orilla del Río Gwydir, donde su nieto Gordon Copeland, de 22 años, fuevisto por útlima vez. Su cuerpo fue hallado tres meses después, en un lugar cercano.
Felicity vive en la calle de en frente. Vivimos en una pequeña ciudad. Trabaja como enfermera y su hobby es la taxidermia. Felicity ama a los cowboys, tomar algo con sus amigas y a sus animales domésticos. Aquí podemos ver una de sus lámparas de ojos rojos convertida en lámpara. Felicity es fuerte, independiente y sin remordimientos.
Esa era la última vez que íbamos juntas a la casa. Sentí la urgencia de fotografiar a Mamá. Nos despertamos temprano y le pedí que se colocara cerca del limonero. En sus manos llevaba la escultura de madera que perteneció a mi abuelo. La cara de madera de un señor mayor soplando con las mejillas infladas y el pelo revuelto me recuerdan profundamente a él. Un momento al que aferrarme todo lo que podía mientras durase: mi madre, mi abuelo y yo.
Las historias ocultas normalmente no se cuentan o se ignoran. Estos retratos reflejan una forma de preservar y significar el lenguaje en las comunidades indígenas. El legunaje no solo nos identifica, sino que lleva consigo los valores de los ancestros, el sistema de conocimiento que les conecta con la tierra, crucial para sobrevivir y sobre el que se crean los pilares sobre los que nos desarrollamos.
Durante los cinco días que pasearon por su antiguo hogar, Vernon Garnarradj y su hija Vinnisha siguen las llamas de un fuego provocado por miembros de su clan. Las llamas se mueven lentamente, quemando la tierra y removiéndola para renovarla. La comunidad Narwarddeken no teme al fuego, sino que lo venera como una forma de rejuvenecer la tierra y devolver la vida a su tierra.
Desde que se mudó con 19 años a la Costa Dorada, los paseos matutinos de Siegi son una rutina. Ahora, a sus 82 años, continúa nadando en todas las estaciones y casi nunca se pierde un día de playa. Se ha unido a un grupo de nadadoras que se hacen llamar The Dingoes.
Martha es miembro de la Bendigo South Sudanese Ensemble, fundada en 2019. Todas las semanas se juntas para crear, componer, cantar y practicar su talento, mientras trabajan en una actuación para celebrar su cultura y raíces. La foto fue tomada en The Engine Room, un espacio similar a una caja negra donde es fácil desorientarse por la ausencia de luz. Quería capturar sus almas flotando en el espacio, enfatizando el sentimiento de haber sido limitados y aislados en la pandemia.
Los últimos momentos antes de finalizar un aislamiento de 14 días durante la pandemia de Covid-19.
El activista forestal Indigo se adentra en los bosques de la costa oeste de Tasmania, vestido como una especia de águila en extinción. Durante 75 días, a pesar del duro invierno de 2021, numerosos activistas lograron detener la construcción de caminos destinados a almacenar residuos mineros llenos de minerales, muy perjudiciales para el medio ambiente.
Carlos Soyos, 34 años, migrante de Guatemala, junto a su hijo, Enderson, de 8 años. Juntos se hacen una selfie en el refugio para migrantes El Buen Samaritano, en Juárez, México.
Todos los escenarios de la paternidad traen consigo belleza y desafíos. Mis hijas comienzan a entrar en la fase preadolescente, moviéndose entre la inocencia infantil y el aboroto juvenil. Es un momento de cambios profundos, donde descubren quiénes son y buscan encajar con su grupo de iguales a través de su vestimenta, su forma de hablar y sus actos. Observarlas en este estado me hace acordarme de mi infancia, haciéndome reflexionar sobre el significado y la importancia de la identidad. Mientras ellas descubren nuevas facetas de sí mismas, yo redescubro en quién me he convertido y quién soy.
Me quedé un poco perplejo cuando Orlando y Wilson por fin pudieron concectarse cara a cara en las vacaciones. Los amigos de toda la vida llevaban separados un año, yendo a colegios distintos. Durante meses, lo único de lo que hablabla Orlando era de su reencuentro con Wilson en la playa en diciembre. Cuando por fin apareció Wilson, se pasaron todo el tiempo en sus teléfonos, en vez de tener conversaciones cara a cara, aunque estuvieran sentados uno al lado del otro.