De Hanna Panchenko sabemos más por sus fotografías que por la información que podemos encontrar de ella. No la necesitamos, nos es suficiente con poder disfrutar de sus insinuantes imágenes.
De procedencia ucraniana, Hanna vive actualmente en Marmaris (Turquía). Quizá esa cercanía con el mar sea la que haya hecho que el agua se convierta un elemento fundamental en su trabajo.
La fotógrafa considera el agua como el origen de la vida, al igual que siente la desnudez como algo natural por ser el estado en el que todos nacemos.
"Quería que mis fotografías fueran como las esculturas hechas por artistas antiguos, que reflejaran la verdadera belleza del cuerpo de la mujer desnuda", ha explicado Hanna a C-heads magazine.
"Sin embargo, mientras trabajaba en esto, traté de tomar las imágenes jugando con los límites de la censura utilizando ropa transparente en contraposición a la objetivación sexual de la mujer", continua.
Hanna ve la belleza donde no todos la podemos ver. En los recovecos y curvas más sencillos, en los contornos a través de los que el agua se abre paso y conjuga provocación y sensibilidad a partes iguales. Ante esto, sobran las palabras.