Los artistas tienen la capacidad de visualizar emociones, capturar momentos y conceptualizar expresiones para luego plasmarlas en sus obras.
El arte se universaliza gracias al tratamiento de las emociones porque todos alguna vez hemos llorado una pérdida, nos hemos reído ruidosamente, hemos sentido miedo ante lo desconocido o hemos sentido impotencia ante la injusticia…
Dawn Yang es una diseñadora gráfica residente en Nueva York, aunque procedente de un pequeño pueblo cercano a Hong Kong, cuyos delicados trazos condensan pequeñas dosis de emoción.
Para inspirarse recurre habitualmente a sus experiencias diarias: los tediosos trayectos en transporte público, la soledad de vivir en la gran ciudad, la pesadez de los estudios, o el recientemente desasosiego desatado en el mundo a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
"He experimentado mucho. La pandemia, la cuarentena, la graduación, la protesta en junio, la pérdida de trabajos y la mudanza a la ciudad de Nueva York. Antes de que todo esto sucediera, la mayoría de mis ilustraciones eran muy personales, sobre mis propias emociones y mi vida”.
La colección de ilustraciones se convierte en un diario visual compuesto por muchas vivencias personales, pero que acaban reflejando sensaciones colectivas en las que cualquiera puede sentirse representado, porque el arte de emocionar es universal.
Dawm Yang: Web