Nada es lo que parece, tampoco en la superficie. Solo llegamos a alcanzar a ver la punta del iceberg de la vegetación que nos rodea, pero, si ahondamos en la tierra, descubrimos su manera de crecer y asentarse.
Las plantas son la vida misma, productoras de oxígeno que nos alimentan los pulmones y nos alegran la mirada con sus bellos colores y formas mientras adornan el paisaje. Los toques de color y alegría que brotan de la tierra y ascienden para alcanzar los cielos.
En la superficie tan solo somos capaces de ver una pequeña parte de toda la vegetación que existe, pero es bajo nuestro pies, en el subsuelo, donde se desarrolla toda la magia.
Así lo demuestra el proyecto colaborativo de los botánicos Erwin Lichtenegger y Lore Kutschera, con el que celebran la belleza y el poder de estos sistemas de raíces ocultos a los ojos. El trabajo se compone de dibujos de gran detalle con 1.180 plantas, entre las que se encuentran cosechas agrícolas, árboles, arbustos…
El sistema de raíces de cada planta es un universo fascinante que se amplía en forma vertical y horizontal, expandiéndose allá donde pueda, cavando pequeños túneles que a su vez se diversifican y crean otros nuevos.
Gracias a sus raíces, la vegetación consigue los nutrientes y el agua necesaria para su supervivencia y, además, consiguen prevenir la erosión y absorben el carbón del aire.
Todas las ilustraciones que componen el proyecto de Lichtenegger y Kutschera han sido digitalizadas por la Wageningen University & Research y son el resultado de un trabajo que llevan realizando 40 años.
Todo comenzó en Austria, con el cultivo y el cuidadoso extracto de cada planta para poder estudiar posteriormente su sistema de raíces. Ahora, cuenta con más de mil ejemplos que nos ayudan a entender la manera que tiene de expandirse la vegetación, algunas llegando a varios metros de profundidad en el subsuelo.
Wageningen University: Web