Una libertad contenida puede dar rienda a actos sutiles y sublimes de rebeldía.
Decía Lucas Leys que la rebeldía puede ser un don maravilloso. Es la rebeldía la que dispara la creatividad, la exploración, el progreso y las revoluciones. Existen infinitas vías para rebelarse y dar así, luz y forma a nuevas ideas.
En España, en el siglo XVI, existió una notable comunidad de beatas. Eran mujeres que elegían dedicarse a la vida religiosa, no se casaban y tampoco eran monjas, no entraban a conventos, vivían fuera de toda institución eclesiástica, sin ataduras jurídicas, sin superior, ni regla ni normas a las que regirse. Pertenecían a una original comunidad de mujeres que lograron conseguir amplios rangos de autonomía y libertad en la rígida sociedad del siglo XVI.
La esencia de estas místicas o beatas trasciende a los siglos y artistas como Joyce Lee son capaces de plasmarla a través de la unión entre lo huamano y lo divino.
La ilustradora coreana hace una crítica a la sociedad, como mejor sabe, yuxtaponiendo objetos cotidianos con lo más sublime del ser humano. Pasión, sutil erotismo y reflexión se unen en las plegarias de estas beatas rebeldes, fruto de la modernidad.s