Hay pequeños actos que sirven para cambiar el mundo, para remover conciencias o hacer que nos ilusionemos y soñemos con otros mundos posibles lejos de las grises realidades del nuestro.
Y es así como nace, de manera pionera en España, el Grado en Diseño Audiovisual e Ilustración de la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología (ESNE) una titulación innovadora que plantea nuevas claves en la comunicación de toda empresa.
A lo largo de la historia, el dibujo y la ilustración se han usado como herramientas para culturizar, para educar, para reivindicar, para expresar, para comunicar, para sentir y para soñar.
Tener habilidades con el lápiz y la imaginación es un talento con el que se nace, pero debe potenciarse porque es una de las claves para cambiar los rumbos pero, también, una oportunidad para hacer de una pasión un modo de vida, una manera de ganársela.
Las empresas necesitan el diseño y la ilustración para posicionarse e interactuar con sus clientes mediante una comunicación de calidad en imágenes fijas y vídeos, una comunicación muy activa y constante, en muchas ocasiones inmediata, y conunos costes asumibles.
El Grado en Diseño Audiovisual e Ilustración forma a profesionales muy polivalentes y autónomos, capaces de crear productos, contenidos y comunicaciones de forma autónoma, lo que implica un aumento de la rapidez y de la reducción de costes.
Además la particularidad que la ESNE proporciona, es la recuperación del dibujo como medio esencial de comunicación en un mundo profesional en el que la competencia es más dura que nunca.
Es un hecho irrefutable que la ilustración está de moda. En Instagram los ilustradores tienen millones de seguidores, las ilustraciones están en la publicidad, en los libros, en los vídeos, en las portadas más virales de revistas como New Yorker, Time o Vogue o en campañas de publicidad como las de American Express, Nespresso o Google.
Si analizamos el listado de los Premios Nacionales de Diseño en nuestro país, el 90% de ellos son además excelentes dibujantes. Por ejemplo, el famoso arquitecto Norman Foster vende sus proyectos dibujando en un papel.
Saber dibujar permite la creación de piezas más complejas, hacer un lettering o una tipografía por ejemplo. No es lo mismo la sensibilidad del trazo de alguien que sabe dibujar que la de alguien que no sabe.
"La sociedad que nos rodea es audiovisual y necesita contenidos audiovisuales que no impliquen desproporcionados costes de producción", explica el Dr. Juan Carlos Gauli, director del Grado, Licenciado en Bellas Artes y Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Gauli, además añade, "La ilustración, tanto estática como animada, define mejor la personalidad de un producto y genera más empatía. Es por ello que se está convirtiendo en uno de los principales recursos para el diseño de packaging y para las identidades corporativas".
Este grado permite la formación de futuros diseñadores nómadas, capaces de desarrollar desde story boards, productos personales, apps o cualquier elemento o recurso necesario.
Desde el primer día, los alumnos tienen acceso a los mejores recursos, instalaciones y expertos de las empresas para convertirse en profesionales destacados del sector y acercarse plenamente a la realidad de la industria.
Además trabajarán en talleres, casos prácticos y proyectos; se presentarán a concursos, asistirán a Master Classes y, por último, las prácticas profesionales en empresas les permitirán poner en práctica real muchas de las competencias adquiridas. Banco Santánder, Pepe jeans o Loewe son algunas de las entidades colaboradoras con el grado.
Solo hay que tener el talento y las ganas de plasmar vuestro mundo interno para que cambie el externo en un ejercicio de generosidad inmenso. Si puede imaginarse, puede dibujarse.