Adentrarse en el Museo Nacional de Ámsterdam y poder admirar su colección fue la recompensa que pudo disfrutar el visitante 10 millones, un sueño por el que muchas otras personas pagarían un coste altísimo.
¿Quién no ha soñado alguna vez con poder quedarse a solas en un museo delante de su obra favorita, en completo silencio, sobrecogido por el arte y ese momento tan íntimo? Pues ese fue el premio del que pudo disfrutar Stefan Kasper en el Rijksmuseum de Ámsterdam.
En 2017, el Museo Nacional de la ciudad decidió hacer un regalo incalculable a su visitante 10 millones: la oportunidad de pasar una noche a solas en el museo, con una cena y una cama bajo los ojos de La ronda de noche de Rembrandt.
Kasper se disponía a visitar el museo con su entrada cuando de repente le sorprendió una ovación y toda una ceremonia para celebrar que él era el visitante número 10 millones de la institución.
Aturdido, un representante del Rijksmuseum le contó el premio al que tenía derecho y, sin pensárselo dos veces, se quedó a esperar al cierre del museo y poder disfrutar de una noche con el arte de Rembrandt y el del resto de obras.
En un vídeo publicado a posteriori por el museo podemos ver la genial noche de Kasper en el museo, en el que disfruta de una cena y una copa de vino como si la galería fuera su casa, lavándose los dientes más tarde y llamando a su familia justo antes de meterse en la cama bajo la atenta mirada de La ronda de noche.
Stefan Kasper disfrutó de lo que para muchos es tan solo un sueño por cumplir, una oportunidad para disfrutar en la más pura intimidad de la cultura en todo su esplendor.