En un principio, podríamos creer que la música y la comunidad sorda parecen ser dos universos incompatibles, pero Traslasierra arroja una luz verdaderamente inesperada sobre un asunto: la música es universal y las emociones humanas también lo son.
"A menudo me siento mucho más escuchada por las personas sordas, que por las personas oyentes".
Raquel Kurpershoek Jaldón.
Traslasierra es un cortometraje documental de la joven cantante y directora de cine Raquel Kurpershoek Jaldón. Con matices autobiográficos, aborda la mágica conexión que puede establecerse entre las personas sordas y la música.
Como se muestra durante los 17 minutos que dura el metraje, cuando hay una verdadera intención de comunicarse, no existen límites.
Raquel busca derribar barreras y aunar en su vida sus dos motores. Nacida en casa de artistas, su madre era bailaora y pretende demostrar que es mucho más importante escuchar con el corazón, que oír, y para ello usa sus mejores armas: el cante y la empatía.
Totalmente enamorada de la comunidad sorda porque dice que las personas que la conforman sienten, miran y escuchan como nadie, recurre a su amigo Juanlu para realizar un experimento.
Juntos nos muestran que el cuerpo funciona como una gran caja de sonidos capaz de percibir unas notas, un baile o una melodía a través de la vibración.
Os dejamos con el documental Traslasierra.
Traslasierra ha sido reconocida con diversos galardones tanto nacionales, como internacionales, incluyendo el Premio Pilar de los Derechos Sociales de la Unión Europea en Madrid.
Raquel nos regala este pequeño trozo de vida, un premio en sí mismo que nos hace tomar conciencia sobre el asombroso poder que tiene la música, uno que no tiene límites físicos, mentales o emocionales.