Es por series como 'Game of Thrones' o 'Vikings' con sus fantásticas recreaciones, que millones de espectadores podemos hacernos una idea más o menos fidedigna de cómo era el diseño de interiores de las estancias en épocas pasadas.
Ahora, la compañía QS Supplies han llevado a cabo un proyecto realmente curioso; gracias a la magia digital han recreado el mismo cuarto de baño desde 1520 hasta la actualidad en 6 imágenes que muestran las diferentes combinaciones de bañera, lavabo y váter con 100 años de diferencia.
Las imágenes y descripciones que ha realizado el equipo de diseñadores gráficos nos da una visión única de la historia de esta esencial estancia que mutaba a medida que mutaban las sociedades y los acontecimientos que sufrían.
En el siglo XVI, una bañera en casa era un lujo para los ricos, se calentaba el agua en un caldero y la bañera de madera independiente se colocaba cerca de una chimenea para hacer el baño confortable.
La gente usaba un lavabo o jarra y una palangana para lavarse las manos. El lavabo a menudo estaba hecho de latón y colgaba de un gancho de trasmallo sobre la chimenea para que pudiera girarse hacia el lado de la salida cuando fuera necesario.
Entrados en el siglo XVII darse un baño en público con otras personas empezaba a ser menos habitual. En cambio, la familia se turnaría para usar el agua caliente en la tina de la casa, que ahora estaría revestida de acero para mantenerse caliente por más tiempo.
Esto era una molestia, por lo que incluso las familias que tenían una bañera se bañaban con poca frecuencia. Los dormitorios tendrían un orinal guardado debajo de un lavabo. En hogares ricos, el lavabo, la jarra coincidirían, y el orinal hacían juego.
Durante el siglo XVIII hay un cambio notable. Se instaura la caja del váter como algo normal en todos los baños, lo que se vio favorecido por el invento de la tubería por parte de Alexander Cummings que ha dado lugar a los sanitarios que hoy usamos.
En este siglo también entran en los baños los espejos. Hasta finales del siglo su fabricación era cara y solo la alta sociedad los tenían espejos pero con los desarrollos técnicos, los espejos empezaron a ser más baratos y en el extremo superior empezaron a ornamentarse.
La Revolución Industrial en el siglo XIX hizo que el Reino Unido se enfrentara a una crisis de salud pública. En algunas ciudades superpobladas, 100 personas podrían compartir el mismo baño lo que supuso el desarrollo de alcantarillas y el agua corriente.
Ahora, con lavabos y bañeras fijas, el baño moderno nació como un espacio dedicado a la higiene personal. Las tuberías expuestas se hicieron populares y se grabaron en relieve, esmaltadas o doradas para lograr un efecto y se patentaba el papel higiénico en 1880.
El baño moderno floreció en el siglo XX, al igual que el modernismo, el diseño de interiores y el consumismo. Los diseñadores y fabricantes inventaron innumerables accesorios como toalleros, cepillos de dientes y jaboneras en barra, tocador, fundas para asientos y alfombrillas y cortinas de ducha.
La iluminación eléctrica, los juegos de colores en melocotón, verde menta o rosa flamenco y los azulejos son tres de las cosas que todavía aún permanecen en muchos baños de nuestro presente.
En la actualidad, los materiales que ni siquiera existían en el cambio de siglo, ahora hacen posible todo tipo de formas y soluciones. Los revestimientos de fibra de vidrio, los acrílicos y la porcelana ofrecen estilo y practicidad.
Con la tendencia de crear mobiliarios flotantes, se crea más espacio al nivel del suelo y esto hace que incluso el baño más pequeño se sienta espacioso y elegante; combinado con grifos inteligentes y líneas minimalistas se da lugar a los espacios limpios y de aspecto futurista que hoy tenemos.
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