Todos sabemos que las palabras y los significados que encierran tienen un poder inmenso, pero si al concepto se le une además una forma bella, el poder se multiplica.
A esa bonita empresa se dedica la diseñadora tipográfica Laura Meseguer, a crear belleza a través de las palabras y con ellas multiplicando las emociones que ya de por sí nos pueden generar.
En un mundo en el que realidad y virtualidad han pasado a formar parte de nuestras rutinas diarias a partes iguales, son muchas las situaciones en las que nos vemos obligados a elegir una tipografía u otra en nuestros ámbitos profesionales o en nuestras redes sociales.
La forma que le damos a nuestros textos escritos dice muchas cosas de lo que sentimos o de los matices y los tonos que queremos dar a aquello que comunicamos. Por ello, Laura reivindica el valor de las tipografías para comunicar y para transmitir, y el talento que reside detrás de quienes las crean.
La catalana, además del Premio Gràffica 2018, ha sido reconocida en los Laus, galardones creados en 1964 para reconocer el talento en Diseño Gráfico y Comunicación Visual, y por el Type Directors Club de Nueva York, que promueve la excelencia en la tipografía.
“Desde muy temprano desarrollé un gusto por la tipografía. Fue un acercamiento muy pasional y dibujaba letras por placer”.
Laura Meseguer
Meseguer resalta de su trabajo y su pasión la capacidad de generar placer en toda esa persona que ve las tipografías que crea y, además, hace hincapié en la relevancia que tiene algo que está tan presente en nuestras vidas, a pesar de que pueda parecer tan poco importante.
Desde Cultura Inquieta, tras hablar con ella en el marco de la VI edición del OFFF Sevilla, el festival gestado para mentes creativas a través de la cultura, de la tecnología y del arte y que abrió sus puertas del 14 al 16 de diciembre de 2023 en la capital andaluza, tenemos claro que admiramos enormemente a personas como Laura que no sólo favorecen la comunicación, sino que además la hacen bella por dentro y por fuera.