El pintor americano afincado en Nueva York John Currin (1962), quien ha prosperado como uno de los más destacadosenfant terrible de la escena artística contemporánea.
Currin combina desde influencias de las pinturas al óleo del Renacimiento del norte de Europa de los siglos XVI y XVII a los anuncios de revistas femeninas de los años 50 hasta el acercamiento sexual y pornográfico contemporáneo o las películas de serie B.
La obra de Currin es muy ambiciosa. Sus lienzos nos pueden seducir, sorprender, repugnar o excitar, pero difícilmente no nos causarán una impresión, difícilmente nos causará indiferencia. Lo que pretende siempre es desafiarnos. ¿Lo consigue? Cada uno de nosotros tiene su propia respuesta.