Según la leyenda, una obra llamada "Remembrance" (1930) del fanático anarquista y pintor Clovis Trouille estuvo en exhibición durante una exposición de arte para el Partido Comunista Francés a principios de la década de 1930, la pieza atrajo la atención nada menos que del mismo Salvador Dali.
La verdad es que tiene mucho sentido, ya que la pintura (que se muestra a continuación) presenta un cardenal de la iglesia con una capa abierta que revela sus piernas femeninas, con sus ligas rojas y sus medias negras hasta los muslos, por no hablar del contorsionista desnudo levitando a su izquierda. Algo fantástico.
"Remembrance" fue una de las primeras pinturas de Trouille, cuando el pintor ya tenía 41 años. Antes de descubrir su verdadera vocación, Trouille trabajaba en lo que podría ser descrito como una especie de artista "maquillador" de maniquíes para grandes almacenes. Un trabajo que le permitió mantenerse fiel a su ideología antisistema y a su desprecio por cualquier cosa sistemática, sentimiento que Trouille desarrolló instantáneamente tras ser reclutado para el servicio durante la Primera Guerra Mundial, de donde volvió traumatizado por lo que había visto.
Durante su larga carrera Trouille seguiría ridiculizando figuras de autoridad a través de su pincel, pintando a dirigentes religiosos, policías y funcionarios del gobierno en escenas sórdidas llenas de libertinaje vulgar con distintos matices BDSM.
via dangerousminds