Para la serie fotográfica titulada Downtown Divas, los artistas Loral Amir y Gigi Ben Artzi realizaron controvertidos retratos de estudio de prostitutas rusas adictas a la heroína residentes en una ciudad no revelada.
Engalanando a sus modelos con ropa de marcas como Miu Miu, Louis Vuitton, y Alexander Wang, Amir y Artzi sacaron a las mujeres del terrible contexto de su vida cotidiana, y les sitúan en el ámbito, tantas veces frívolo, de la alta costura.

Amir y Artzi encontraron sus modelos bajo un puente en una ciudad que, por la seguridad de las mujeres, no quisieron identificar. Los artistas explican que el acceso a las que fueron sus modelos incluyó peligros y desafíos.
La zona estaba dominada por las drogas y controlada en parte por criminales, peligrosos proxenetas. Con frecuencia, los fotógrafos eran confundidos con agentes de policía.
Una vez que obtuvieron la confianza de la primera mujer, otras siguieron su ejemplo, acompañando a Amir y Artzi a su estudio. A veces, sufrían episodios de incoherencia, debidos al síndrome de abstinencia, lo que les hacía imposible trabajar.

h/t ignant