Existe un lugar en la Tierra donde el fuego no se extingue y por el que se podría llegar al inframundo.
Si J. R. R. Tolkien hubiera vivido en nuestro tiempo, es más que probable que su Orodruin o Monte del Destino estuviese inspirado en el cráter de Darvaza, una enorme grieta en Turkmenistán que lleva ardiendo décadas.
De ser así, Frodo habría arrojado el Anillo Único en este agujero de la antigua república soviética y bien podría haberse asomado al que ya es conocido como “la Puerta del Infierno”.
Su sentencioso nombre bebe de la mitología clásica y algunas religiones, y hace referencia a una supuesta puerta de entrada al inframundo por la que se accede desde nuestro mundo.
Se desconoce si al adentrarse en el cráter de Darvaza, su nombre original, se llega al inframundo, pero su aspecto es bastante infernal. Este descomunal agujero cuenta con 69 metros de ancho y 30 metros de profundidad y de su interior emana gas natural, el motivo por el que lleve ardiendo medio siglo sin interrupciones.
Pero, ¿cómo y por qué se originó esta “Puerta al Infierno”? ¿Se extinguirá su fuego alguna vez? ¿Saldrá el mismo Satanás de sus entrañas? Sorprende que, en realidad, todas son preguntas sin una respuesta clara.
La teoría más asentada ocurre en 1971, cuando ocurrió el “incidente” por el que esta gran grieta se abrió en la Tierra. Estamos en plena Guerra Fría y la URSS, temiendo una más que probable crisis del petróleo, decidió tomar cartas en el asunto, reuniendo a un grupo de expertos para que encontrasen grandes depósitos de hidrocarburo.
El grupo de geólogos recorrió gran parte del por entonces territorio de la Unión Soviética, hasta que llegaron al desierto de Karakum, situado al norte de lo que actualmente conocemos como Turkmenistán. Allí decidieron establecer su base de trabajo, comenzando por realizar una serie de explosiones cuyas consecuencias todavía se mantienen.
En la década de los 80 crearon un cráter que daba directo a un depósito de gas natural y, para evitar la expulsión de gases peligrosos, decidieron prenderle fuego con la previsión de que se extinguiera al cabo de los días, cuando el combustible se agotara.
Sin embargo, 50 años más tarde, el cráter continúa ardiendo con un fuego eterno que genera unas temperaturas cercanas a los 400ºC en su interior. Lo más cercano a la “Puerta del Infierno” que tenemos en la Tierra.
El cráter arde con tanta intensidad por una filtración de magma tras la explosión y los expertos calculan que el fuego eterno se extinguirá cuando consuma la reserva de gas natural al completo, pero nadie sabe dar aún una fecha con exactitud.
De hecho,Turkmenistán planteó extinguir el fuego, pero las autoridades del país decidieron que era mejor mantenerlo vivo como reclamo para el turismo en una zona que, de por sí, recibe escasas visitas. Se calcula que cerca de unas 6.000 personas se acercan a ver de cerca las puertas al inframundo.
Aunque en 2022, el presidente de la república, Gurbangulí Berdimujamédov, anunció la creación de una comisión científica para extinguir las Puertas del Infierno, por el alto peligro que representa para los habitantes de la zona.
Por el momento, la “Puerta del Infierno” permanece abierta, expulsando un fuego eterno en el desierto del Karakum. ¿Será este el lugar donde se asienta el inframundo?