Florece por primera vez en Canarias, y durante el confinamiento, la orquídea de Darwin en el Tropicarium del Jardín Botánico Pirámides de Güímar.
Una de las noticias positivas dentro del inmenso drama sanitario y social que estamos viviendo, es la reducción drástica de la contaminación en nuestro aire y en nuestros cielos. Gracias a esta limpieza atmosférica, ha podido obrarse el milagro botánico con el que nos hemos topado hoy.
Hablamos de una especie endémica de Madagascar y que se suele encontrar en zonas bajas, generalmente a menos de 100 metros de altura y cerca de la orilla del mar, en lugares con clima cálido y con abundantes precipitaciones durante todo el año. Según Pirámides de Güímar, es un ejemplo de coevolución y posee un espolón de 30 centímetros con un atrayente néctar.
Imágenes. 1) Cubierta del libro sobre las orquídeas de Darwin, primera edición 1862. Foto fondo bibliográfico de Natura y Cultura. 2) Grabado de Angraecum sesquipedale del año 1897, en commons.wikimedia.org
"Cuando le enseñaron por primera vez la orquídea, el prestigioso científico predijo que debería existir una mariposa que tendría una prosbócide de igual tamaño que el espolón de la Orquídea. En la Naturaleza todo tiene una explicación, y 42 años más tarde se describió la mariposa "Xanthopan morganii praedicta" , con lo que se pudo confirmar la predicción de Darwin", recuerda el centro antes de añadir que confían en abrir pronto de nuevo sus puertas para que los visitantes puedan deleitarse con su colección botánica.
Sin duda una preciosa noticia que nos ayuda a vivir estos días agitados. Es un evento biológico que nos manda un mensaje claro, el de que la naturaleza necesita un respiro, que sigue ahí fuera, esperando a que todo pase y a que todo cambie.