El color y la diversión que caracterizan el estilo del asiático han quedado plasmadas en la baraja de uno de los juegos de mesa más populares del mundo.
Escultor, pintor, arquitecto… Takashi Murakami es, ante todo, un artista multidisciplinar. Conocido por jugar con los límites del considerado como “buen gusto” dentro del mundo del arte, sus diseños son difíciles de ignorar, dado el elevado número de colores y de caras sonrientes con los que suele trabajar en sus creaciones.
Su última colaboración con la firma Mattel promete ser todo un éxito: una edición especial del juego de cartas UNO. La famosa baraja, que ha alentado enemistades durante años entre amigos de toda la vida a la par que diversión sin límites, ahora cuenta con un modelo al más puro estilo Murakami.
Las icónicas flores de colores del artista se reparten en las cartas en distintas gamas de colores, respetando los cuatro principales de la baraja (rojo, amarillo, verde y azul).
Con 112 cartas, cada una está decorada con el estilo Superflat, en honor a los diseños protagonistas de su exposición homónima en 2001. Para Murakami, “flattening” (aplanado) no solo se refiere a la superficie sobre la que pinta, sino a la difusión de los límites entre los considerados como “alto” y “bajo” arte y las conocidas como “arte” y “cultura de consumo”.
Hacerse con esta edición especial también incluye regalos, como un póster de las flores sonrientes del artista y cuatro cartas extra decoradas por ambos lados.
Para jugar con el UNO de Murakami se deben seguir las reglas clásicas del juego, a pesar de que estemos ante uno de los artistas multidisciplinares menos convencionales de los últimos tiempos.