La microdosifiación está llegando a los puestos de trabajo y aunque muchas de estas drogas siguen siendo ilegales en algunos países, su normalización ha llegado, posiblemente, para quedarse.
A raíz del interés y democratización de las microdosis de hongos, estas están llegando a los ambientes de trabajo. El fundador de Tesla y Space X, Elon Musk, ya ha hablado en inmensidad de ocasiones de su uso de microdosis de ketamina en el ambiente laboral. A él se le suma Sergey Brin, fundador de Google, que ha comentado en alguna ocasión que toma pequeñas cantidades de hongos para mejorar su rendimiento y creatividad.
Microdose Pro es una de las múltiples empresas que trabaja con las microdosis y las implementa en el espacio de trabajo. De toda su clientela, un 20% usan las microdosis para la productividad y un 10% para la creatividad. Asimismo, aunque los hongos no son la forma rápida de rendir mejor profesionalmente, estas rutinas se están implementando en el día a día para mejorar la productividad de muchas empresas.
La microdosificación ya se había implementado antes de la Covid-19 en muchas startups para mejorar el rendimiento de empresarios y trabajadores. Jo Barnard, CEO de Morrama Design, descubrió que su consultora había tenido una disminución considerable en cuanto a rendimiento; así pues decidió probar un hongo: la Amanitia muscaria.
Si se toma en la dosis adecuada, este hongo alivia el estrés y la ansiedad, trata el dolor muscular y favorece un sueño reparador.
"Había probado microdosis de hongos en el pasado, pero quería algo legal, así que cada mañana, durante tres meses, preparé un té remojando Amanita muscaria en agua caliente"
Jo Barnard.
Durante estos meses, Jo Barnard notó más creatividad, más ideas, más sueños vívidos de los que podía extraer un significado.
Existen muy pocos estudios sobre los efectos de las microdosis recreativas en el lugar de trabajo. El primer estudio científico realizado por investigadores de la Universidad de York y la Universidad de Toronto en 2018, descubrió que, en comparación con las personas que no toman microdosis de psicodélicos, las que lo hacen son más abiertas de mente y creativas.
La microdosificación no tiene por qué funcionar para todos; a muchas personas les sirve de incentivo creativo al trabajar desde la seguridad de su casa, pero muchas otras no necesitan el estímulo externo.
¿Y vosotros? ¿Probaríais la microdosificación para trabajar?