El bajo nivel del caudal del río ha sacado a la superficie toneladas de municiones y explosivos que llevaban siglos cubiertos por el agua en la ciudad serbia de Prahovo.
El cambio climático está cambiando la forma en la que conocíamos la Tierra y, en uno de sus devastadores efectos, nos está revelando tesoros escondidos bajo las profundidades acuáticas que nunca debieron reflotarse.
La sequía que asola a Europa ha provocado un profundo descenso en el caudal de sus aguas, tanto, que en el río Danubio se han dejado ver buques de guerra alemanes que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Esa es la sorpresa con la que se han encontrado los vecinos de la ciudad portuaria serbia Prahovo, quienes ahora pueden sobre las aguas y a la perfección restos de decenas de embarcaciones cargadas de explosivos y municiones, lo que, además, supone un riesgo para cualquier navegación.
Estos buques datan de 1944, cuando la flota nazi se hundía mientras se retiraban ante el avance de los soviéticos en el mar Negro. Torretas, puentes de mando, mástiles rotos y cascos retorcidos son algunas de las partes que se dejan ver a la perfección en las embarcaciones antes sumergidas en el Danubio.
Sorprende ver “tesoros” que antes permanecían ocultos bajo las aguas, como si la emergencia climática nos estuviera mandando un mensaje muy claro: puedo traer de vuelta lo peor del pasado mientras termino con vuestro futuro.