La genial ilustradora Agustina Guerrero [previamente en Cultura Inquieta] ha querido relatarnos su embarazo en tiempo casi real y transmitirnos los miedos, las incertidumbres, los cambios a todos los niveles y también las sensaciones más íntimas y emotivas de este proceso tan vital. “Mi primera idea era hacer otra cosa totalmente distinta –asegura Agustina-, pero cuando me quedé embarazada, lo único que me apetecía dibujar era lo que me estaba pasando. Y pensé que si dejaba pasar la oportunidad de hacerlo, se perderían un montón de sensaciones y matices. Por eso me lancé sin pensarlo y la verdad es que lo disfruté muchísimo”.
Cansada de manuales que enmascaran y dulcifican el embarazo, la ilustradora argentina quería luchar contra el pudor y narrar cada proceso con la mayor naturalidad posible y sin restar la crudeza de hay tras cada naúsea matutina, de cambio de humor, de cada mutación física...en definitiva, desmitificar el embarazo y otorgarle una especie de carácter neorrealista y a su vez convertirlo en una experiencia más empática y humana.
"Al final, lo mejor del embarazo es apoderarte de ello. Me sentí mejor que nunca, me cuidaron, atendieron mis caprichos y cuando iba por la calle con la panza sentía que tenía un poder especial. Y nunca me he sentido más bonita”.
¿Dónde coño está mi líbido?
Pero al final, y pesar de todo..merece mucho la pena.
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