Ahora que tenemos tiempo para hacer balance, ahora que las circunstancias nos han obligado a parar y nos planteamos nuevos propósitos para la vuelta a la normalidad, estos cuatro consejos nos ayudarán a tomar decisisones para acercarnos a la vida que queremos.
Ben White
Es normal que nos surjan dudas sobre cuál es el mejor camino a tomar cuando nos enfrentamos a una decisión importante. También hay personas que les cuesta más que a otras dar pasos hacia adelante, en cualquier caso este bloqueo se debe a que habitualmente cuando tomamos una decisión lo hacemos en función del resultado que esperamos obtener y no nos fijamos en el proceso que nos llevaría a ese resultado.
Como si ese resultado dependiera de una sola acción, y no de un conjunto de acciones distribuidas en el tiempo. También tomamos una decisión como si únicamente el resultado dependiera de nosotros, y no de un conjunto de condiciones que están totalmente fuera de nuestro alcance y que somos completamente incapaces de prever.
Jason Strull
Es normal que el proceso que implica tomar decisiones nos abrume y provoque angustia, incertidumbre y nos haga sentir ansiosos. La única cosa de la que tenemos que estar seguros cuando tomamos decisiones es que no importa lo que elijamos, ni el camino que escojamos recorrer, en cada decisión se gana y se pierde algo.
No podemos tomar decisiones esperando tenerlo todo. Es cierto que una dimensión de la ganancia y la pérdida es completamente voluntaria, pero hay niveles en los que no depende de nosotros.
Ser feliz, implica tomar decisiones. Nuestras vidas están hechas de las decisiones que tomamos aunque esto no implica el control sobre todos los apartados de la vida ni sobre las decisiones a las que nos enfrentamos cada día, ni sobre sus consecuencias.
Cuando se trata de decisiones vitales importantes, como elegir una carrera, cambiar de trabajo, continuar o no una relación, etc.. Es muy común que consideremos los posibles escenarios que cada decisión puede tener, haciendo angustioso el proceso de la toma de decisión y que nos puede provocar más indecisión que otra cosa.
Es importante tener en mente que las decisiones que tomamos están dadas en condiciones muy particulares. No todos gozamos de las mismas condiciones de vida, por lo que no es prudente equiparar decisiones parecidas en contextos diferentes. Ciertas condiciones permiten que una decisión en particular sea más fácil o difícil de tomar.
Estos consejos pueden ser muy útiles y liberadores ante la toma de decisiones:
1. Evita el pensamiento basado en resultados
Para ser más decidido, deja de enfocarte en los resultados, en gran medida, no podemos controlarlos. Si sólo te enfocas en los resultados, las decisiones que tengas que tomar siempre estarán en función de algo que todavía no llega. Una vez que hayas tomado una decisión, procura enfocarte en lo que vaya pasando conforme tu proceso avance y no en lo que dejaste atrás. Esto te ahorrará mucha ansiedad.
2. Somos seres emocionales
Sé consciente de ello y escúchate. Al la hora de tomar una decisión, considera cómo te sientes respecto a ella. No te fuerces a tomarla de la manera más racional. Reconoce tus emociones y decide a partir de ellas.
Umit Bulut
3. Limita tus opciones
Cuando necesitamos tomar una decisión, es probable que nos pase alguna de las siguientes cosas (o todas):
Parálisis del análisis: pensar (analizar, planear, prever, etc.) en exceso lleva a no actuar. El exceso de análisis, conduce a la parálisis.
Fatiga: Tomar muchas decisiones al mismo tiempo puede llegar a deteriorar la calidad de cada una de ellas y de decisiones futuras.
Demasiada información: Tener mucha información que venga de otras personas puede confundirte y afectar la calidad de tus decisiones (por ejemplo, decidir en función de lo que alguien más quiere u opina, en lugar de a partir de lo que tú quieres)
Opciones múltiples: Dificultad para tomar una decisión cuando tienes muchos caminos posibles para elegir.
Cuanto más pienses, más posibles escenarios vas a crear en tu mente, lo que te podría traer mucha ansiedad innecesaria. Procura simplificar y limitar tus opciones de acuerdo con tus prioridades y deseos.
4. Despréndete de la situación
Una vez que tomamos una decisión es normal que nos preguntemos si nuestra elección fue adecuada, o qué pasaría si hubierámos escogido otro camino, o podemos tener una sensación de arrepentimiento.
Si dedicas demasiado tiempo a pensar en las otras posibilidades que no elegiste, la sensación de arrepentimiento va a ser más grande. Lo único que vas a lograr es atarte más a la decisión.
h/t: Pijama Surf