El 1 de agosto de 1981, MTV dio su pistoletazo de salida retransmitiendo para todo el mundo e inaugurando una época dorada protagonizada por obras maestras audiovisuales de la cultura pop.
Con Video Killed The Radio Star de The Buggles, la cadena televisiva hizo que comenzaran nuestra obsesión y pasión por esas pequeñas píldoras que formaban parte del plan de marketing de las bandas y los cantantes que se convirtieron en fenómenos mundiales.
Tal era la euforia, la obsesión y la repercusión de algunos vídeos musicales, que lo que fue una simple maniobra publicitaria para explotar otro medio que no fuera la radio, acabó convirtiendo a algunos en piezas de culto a la altura de los mejores trabajos cinematográficos.
Todos y todas nos acordamos de la impresión que nos causó ver el Thriller de Michael Jackson o el Vogue de Madonna sentados en el sofá de nuestra casa. Nunca hemos vuelto a fantasear tan a lo grande.
Con ánimo de hacer un recorrido por esos sueños que un día tuvimos grabados en cintas de VHS y formaron parte de nuestras vidas cambiando la industria musical para siempre y cambiándonos a nosotros y a nosotras mismas, hemos recopilado algunas de esas piezas que fueron acontecimientos mundiales y elevaron los videoclips a la categoría de arte.
Thriller, de Michael Jackson (1982)
Cada vídeo del Rey del Pop era esperado por millones de espectadores como uno de los eventos del año. Aunque Michael tenía una colección de vídeos musicales que marcaron tendencia y dispararon todos los presupuestos, Thriller es, sin duda, el más icónico.
Frozen, de Madonna (1998)
Vogue, Like a Prayer o Express Yourself convirtieron a la Reina del Pop en un referente del feminismo, la libertad y la polémica, pero sabemos que la de Michigan lloró cuando vio terminado el vídeo de Frozen dirigido por Chris Cunningham.
Ironic, de Alanis Morissette (1995)
El sello Maverick de Madonna amadrinó uno de los debuts más vendidos de la historia, el Jaggel Little Pill de Alanis Morissette. La canadiense llenó de rabia y amor los corazones de varias generaciones de adolescentes con canciones (y vídeos) como Ironic.
Smells Like Teen Spirit, de Nirvana (1991)
A pesar de que la banda de Kurt Cobain tuvo un debut de calidad como el que supuso Bleach, es cierto que no fueron mundialmente (re)conocidos hasta que no lanzaron al mercado su segundo disco, Nevermind, y gran parte de la culpa la tuvo, cómo no, Smells Like Teen Spirit.
Crazy, de Aerosmith (1994)
Como si de unas Thelma y Louise adolescentes se trataran, la por entonces desconocida hija de Steven Tyler, Liv Tyler, y la que por entonces era una megaestrella, Alicia Silverstone, protagonizaban una divertida road trip con el despecho y la rebeldía por banderas.
Smack My Bitch Up, de The Prodigy (1997)
Uno de los temas más potentes de la banda británica de electrónica por excelencia tenía que tener un vídeo a la altura. Una noche de excesos y locura que vivimos en primera persona y que fue censurada en muchos países.
I Want To Break Free, de Queen (1984)
Si nos paramos a pensar en imágenes que representen el pop de todos los tiempos, sin duda se nos viene a la cabeza Freddie con peluca, mini de látex y aspiradora en mano haciendo toda una declaración abierta de algo que todavía nadie sospechaba.
Bitter Sweet Symphony, de The Verve (1997)
A pesar de la calidad musical de los de Richard Ashcroft, se puede decir que The Verve fue uno de esos grupos absorbidos por un único hit. El tema Bitter Sweet Symphony y su videoclip eran perfectos en su belleza nihilista.
Baby One More Time, de Britney (1998)
Corría 1998 cuando el reinado de Madonna vio tambalear sus pilares por culpa de una adolescente que recorría los pasillos de un instituto vestida de colegiala con pompones en las trenzas. It´s Britney, bitch.
Dirrty, de Christina Aguilera (2002)
La prensa se empeñó en enfrentar a Christina y a Britney por el paralelismo que existía entre sus carreras y sus estilos musicales. Aguilera quiso desmarcarse de Spears con una jugada muy inteligente, un temazo y una obra maestra dirigida por David LaChapelle que llevó la carrera de Xtina a un terreno mucho más adulto.
Stan, de Eminen (2000)
El rapero blanco más famoso de la historia alcanzó la cúspide de su carrera con una letra que tomó forma de imágenes en una suerte de cortometraje musical que nos partió el alma y nos regaló a Dido.
Freedom, de George Michael (1990)
Michael ya cantaba a la libertad que no tenía todavía en 1990 y para apoyar su discurso, le pidió al mismísimo David Fincher que le rodara un videoclip plagado de las caras más famosas y bellas de los años 90, las de Linda Evangelista, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Christy Turlington y Tatjana Patitz.
Telephone, de Lady Gaga (2010)
Lady Gaga llegó al panorama musical cuando más necesitábamos idolatrar a una diva llena de carisma, talento y extravagancia. Su repercusión mediática fue tan inabarcable, que se puede decir que ha sido de las últimas en conseguir que los estrenos de sus vídeos musicales paralicen al mundo. El "tarantiniano" Telephone junto a Beyoncé es un ejemplo clarísimo de ello.
Crazy in Love, de Beyoncé (2003)
El debut de la Destiny's Child con más talento y creatividad fue un pelotazo a nivel mundial sin parangón y solo la punta del iceberg de una de las carreras más rutilantes que se conocen en la historia de la música contemporánea, la de Queen B.
This is America, de Childish Gambino (2018)
Una de las piezas audiovisuales más polémicas de los últimos años es esta de Childish Gambino. Un repertorio de mensajes y escenas sobre la doble moral americana que atacan al espectador y a la espectadora como una patada en el estómago o un tiro en la cabeza.
Gangnam Style, de Psy (2012)
Ni de lejos es una de las mejores canciones de la historia ni uno de los mejores videoclips, pero hay que reconocer que en la era YouTube, el surcoreano Psy supo como pulverizar todos esos récords que tienen que ver con reproducciones, likes y no tener sentido del ridículo.
We Found Love, de Rihanna (2011)
La de Barbados cuenta con un número incalculable de éxitos, de imágenes y de estilismos que se nos han quedado grabados en la retina, pero cuando más nos gusta es cuando se pone vulnerable cantando al amor imposible al ritmo de las bases del DJ Calvin Harris.
All Is Full Of Love, de Björk (1999)
La islandesa más popular y más maravillosamente extraña del mundo cuenta en su haber con masterpieces audiovisuales rodadas por directores de la talla de Spike Jonze, pero esta oda al amor libre húmeda y androide es de lo mejor y de lo más delicado de su carrera.
The Scientist, de Coldplay (2002)
El aclamado segundo disco de una de las bandas británicas más famosas del mundo estaba repleto de canciones que terminaron de convencernos tras un debut que encumbró al brit pop al olimpo de los géneros. El videoclip de The Scientist, en el que veíamos a Chris marcha atrás, es digno de la filmografía de otro Chris, Christopher Nolan.
Hey Boy Hey Girl, de The Chemical Brothers (1999)
Otra de las bandas electrónicas por excelencia, con permiso de The Prodigy, se sacaban de la manga en 2002 un "hitazo" que venía apoyado por un videoclip cuya protagonista tenía el extraño poder de ver el interior de las personas, pero de manera literal.
Hotline Bling, de Drake (2015)
Probablemente el videoclip más parodiado en el mundo de los memes, era una fantasía minimalista y colorista que derrochaba la testosterona de uno de los artistas del pop, el hip hop y el rap más aclamados por la crítica y el público.
Take On Me, de A-Ha (1984)
Esta joya audiovisual sorprendió a todo el mundo por mezclar en la narración imágenes reales y de cómic y por poner imágenes a una de las historias de amor más preciosas y más versionadas de la dorada década de los 80.
Continúa aquí con la selección: Esos videoclips que se convirtieron en acontecimientos mundiales (Vol. II)