El estudio británico se suma al metaverso con una creación urbana íntegramente digital en la que los usuarios del metaverso pueden visitar sus espacios y comprar terrenos con criptomonedas.
En Europa existe una micronación autodenominada República Libre de Liberland, situada en la frontera entre Croacia y Serbia, cuyo principio básico es funcionar bajo el precepto de la libertad. Basándose en esta región, el estudio Zaha Hadid Architects ha creado Liberland Metaverse, una ciudad virtual dentro del metaverso que busca “expandir el desarrollo de Liberland como una micronación libertaria”.
En la tierra donde todo es posible, los británicos han querido dar vida a un lugar donde la gente puede comprar terrenos mediante criptomonedas y adentrarse en sus construcciones arquitectónicas en forma de avatar por el Mytaverse.
La experiencia de admirar, observar e interactuar con el espacio real y sus edificios, descubrir sus formas, se ha dejado a un lado en estas nuevas construcciones. Ahora, para descubrir los recientes ayuntamiento, plaza y centro de exposiciones de Zaha Hadid Architects, hay que abandonar esta dimensión y adentrarse en el universo digital.
Al igual que en la realidad tangible, los edificios del estudio cuentan con el diseño clásico y reconocible de siempre: líneas curvas, formas sinuosas y esquinas redondeadas. Aunque también han aprovechado la ausencia de gravedad y reglas físicas del metaverso para permitirse la licencia de crear elementos que no cuentan con soporte en la tierra.
“Las principales ventajas de los ecosistemas virtuales son su accesibilidad global y su adaptabilidad y maleabilidad. El paradigma urbano y arquitectónico más parecido a esta idea de diferenciación, en constante evolución y multi-autor es el parametricismo. Por eso creemos que el desarrollo del metaverso potenciará el parametricismo”.
¿Terminaremos deambulando por el metaverso para mantener una conversación con los edificios que nos rodean? ¿Encontrará la arquitectura su desarrollo soñado y sin límites en el metaverso? De momento, estamos en el aquí y ahora, en el lado tangible de la realidad, donde los edificios siguen las leyes físicas e interaccionan con nuestra forma de habitar el mundo.