Desde una óptica artística, podríamos definir las ciudades como el lienzo para arquitectos. Su labor pasa por transformar constantemente el tejido urbano y social para configurar nuevas formas de vida adaptadas a las exigencias del espacio.
Es crucial para los urbanistas comprobar que sus obras se mimetizan no sólo con los entornos en los que son emplazados, sino también con sus usuarios potenciales, es decir, los habitantes de las urbes.
Paul Cocksedge se ha asociado con Sino Group para revelar una nueva obra de arte pública denominada Time Loop. Instalado en la entrada de la plaza Yue Man en Hong Kong, el proyecto toma forma como un bucle infinito, de ahí su nombre, que imita el cambio continuo y la velocidad de vida de esta región durante el último medio siglo.
La obra de arte es un obsequio de Sino Group a la ciudad asiática, con motivo del 50 aniversario de la empresa. La instalación invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y la necesidad del cambio constante.
La pieza estática fusiona la madera, el grano y la textura de origen sostenible para inspirarse en la rica historia y el paisaje de Hong Kong, donde coexisten elementos antiguos y contemporáneos.
Un poema grabado en dos idiomas se extiende en la estructura en espiral para animar a los transeúntes a que se detengan, descansen e interactúen en medio del bullicioso ambiente sobre los retorcidos listones de madera. De esta forma, se dota a la escultura de vitalidad, de movimiento, de constante cambio.
"No puedo esperar a ver cómo la forma humana le da vida a la obra de arte. Cuando la gente se sienta en el bucle del tiempo se convierte en parte del movimiento de la ciudad, así como de su transformación. Refleja un lugar que ha perdurado durante muchos años, pero que permanece en constante movimiento y evolución. y ese es el simbolismo de la forma", explica Paul Cocksedge.
Paul Cocksedge: Web